Este animal vivía en los Pirineos, se extinguió dos veces y su fantasma aún siembra preguntas incómodas
En el año 2000 fue declarado extinto oficialmente.

Durante siglos, el bucardo, una subespecie de cabra montés, dominaba los riscos del Pirineo aragonés. Su silueta poderosa, su cornamenta retorcida y su habilidad para trepar por paredes imposibles lo convirtieron en un símbolo salvaje de los valles altos.
También se consideró un trofeo. Su escasez, lejos de protegerlo, disparó su valor para los cazadores, incluso después de su prohibición oficial en 1913. En 1972 quedaban apenas 50 ejemplares.
En 1987 nació el último cabrito registrado, y poco después desapareció el último macho. Para 2000, solo quedaba una hembra, llamada Celia. El día que su radiotransmisor dejó de emitir movimiento, el bucardo fue declarado extinto oficialmente. España perdía así una joya biológica. Pero no todo terminó ahí.
Clonar a los muertos
Tres años después de la desaparición de Celia, España intentó resucitar a una especie extinta. Con células congeladas de la última hembra, un equipo de científicos implantó embriones en cabras montesas. El mundo miró con expectación. Y durante unos minutos, pareció que lo imposible se había logrado ya que nació un nuevo bucardo.
Pero el milagro duró apenas diez minutos. El clon, una copia genética de Celia, murió por una malformación pulmonar congénita. No solo se repitieron sus patologías, sino también su condena. El fracaso técnico fue evidente.
Un fantasma muy presente
Mientras tanto, Aragón sigue acumulando especies amenazadas. Y en toda España, cerca de mil especies figuran en listas de protección y muchas sin planes de recuperación activos. La historia del bucardo es la de un fracaso administrativo, un exceso de confianza tecnológica y una falta de visión ambiental.
Hoy, el bucardo es un fantasma real. No solo por su apodo de “el fantasma de Ordesa”, sino porque su historia sigue flotando en la memoria de científicos, naturalistas y ecologistas como un recordatorio incómodo de lo que ocurre cuando se actúa tarde.
