Cuando la dueña de Ivy se trasladó a la universidad, dejó de tener hueco en su hogar para ella. Es por eso que la gatita pasó a compartir casa con otros animales en un refugio. 

Así lo ha recogido el portal web alemán TAG 24, que ha recogido también las declaraciones de la Sociedad Protectora de Animales del Condado de Broward sobre la gatita: "Mientras otros gatos piden atención, Ivy permanece tranquila y sola en su árbol". 

"Es una de esas gatas que elige a su gente, pero cuando se abre a otros seres vivos, es simplemente alucinante", consideró la trabajadora del refugio Kaitlin Pechin en Facebook y ha recogido TAG24.

Desde el refugio, tras haber contemplado los comportamientos de Ivy, han concluido que se trata de una minina a la que le encantan las caricias, los mismos. Cuando se encuentra en un lugar seguro, afirman, termina buscando jugar de vez en cuando. 

"Puede que al principio sea tímida, pero pronto desarrollará su carácter dulce y cariñoso", han comentado desde las redes sociales del refugio.