Fruta y verdura a diario, más legumbre y pescado y adiós a bebidas azucaradas y bollería industrial: las claves del decreto de comedores escolares
El Gobierno ha aprobado este martes un real decreto para garantizar que cinco comidas saludables a la semana en los centros escolares y que da luz verde a ofrecer menús alternativos por motivos éticos o religiosos.

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un real decreto para garantizar cinco comidas saludables a la semana en los comedores escolares, con frutas y verduras frescas a diario, más pescado y legumbre y sin bebidas azucaradas.
Así lo ha detallado en la rueda de prensa el ministro de Derechos Sociales y Consumo, Pablo Bustinduy, cuyo departamento ha elaborado la norma junto a los ministerios de Educación, Agricultura, Pesca y Alimentación, Sanidad y Juventud e Infancia como coproponentes.
El decreto también elimina la bollería industrial y las bebidas energéticas, limita los precocinados y las frituras, y fomenta los alimentos sostenibles y de temporada, así como la producción local agrícola y ganadera.
Además, los centros educativos deberán disponer de menús especiales para el alumnado que lo requiera, por motivos éticos o religiosos (por ejemplo, veganos) como ya ocurre con el alumnado con alergias, intolerancias alimentarias u otras enfermedades, como estipula así lo estipula el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil.
Estas pautas se aplicarán en los centros públicos, concertados y privados que imparten educación infantil (2º ciclo), educación primaria, educación especial, educación secundaria obligatoria, bachillerato o ciclos de formación profesional de grado básico o medio.
Bustinduy ha enfatizado que esta norma garantiza que todos los niños y adolescentes tengan acceso cada día a una alimentación sana, nutritiva y variada en los comedores escolares, con independencia del nivel de renta de sus familias. Hay que recordar que el último estudio Aladino arrojó que la mitad de los alumnos españoles (un 46,7% de entre los de 6 y 9 años) que pertenecen a familias con ingresos inferiores a 18.000 euros al año tienen exceso de peso infantil, debido a que no pueden permitirse consumir más alimentos frescos como frutas y verduras, ni realizar desayunos completos.
Como ha subrayado el ministro, el comedor escolar es una herramienta fundamental para reducir la desigualdad, así como para que adquieran hábitos nutricionales saludables para el resto de su vida.
Fruta y verdura a diario y de producción local
Según el real decreto, todos los centros escolares con comedor deben garantizar un consumo diario de fruta y verdura fresca, y se especifica que al menos el 45% de la fruta y hortalizas que se sirvan sean de temporada, "para fomentar modelos de comedores más saludables y más sostenibles, y, al mismo tiempo, para reforzar la producción local".
El ministro Bustinduy ha destacado este punto en cuanto puede tener de beneficioso para los agricultores y ganaderos españoles en el contexto de guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos. Esta experiencia ya se ha probado en proyectos como Ecocomedores en Canarias u Horta Cuina en la Comunidad Valenciana.
El ministro ha hecho hincapié también en que la norma indica que al menos dos platos al mes o el 5% del gasto se destine a la producción ecológica.
Más pescado y legumbres
La norma, en línea con las recomendaciones alimentarias de la AESAN y la OMS, garantiza un mayor consumo de pescados, legumbres y cereales integrales en los comedores.
Así, se deberán servir entre una y tres raciones de pescado a la semana –según estimaciones del ministerio, hay 1.200 comedores escolares en España en los que nunca se sirve pescado –.
También se promociona el consumo de legumbres, ya sea en el primer o segundo plato o como guarnición. En la actualidad, según los datos ofrecidos por las propias comunidades autónomas, hasta el 14% de los centros escolares incumplía la recomendación de servir legumbres al menos una vez a la semana.
En el caso de los cereales, el real decreto estipula que semanalmente se ofrezca al menos una ración de arroz o pasta integral, además de varias de pan integral.
Adiós a bebida azucaradas, energéticas y bollería industrial
Según esta norma, tampoco se va a permitir servir bebidas azucaradas en las comidas de los centros escolares, ni venderlas en las máquinas vending o en las cafeterías de los centros. Lo mismo ocurrirá con bebidas energéticas y bollería industrial.
En concreto, no se podrán vender productos que superen un contenido máximo de 5 gramos de azúcares por porción envasada y que incumplan los criterios recomendados por organismos como la OMS. En concreto, detallan que:
- El valor energético por porción envasada no debe superar las 200 kilocalorías. Esto se relaciona con la recomendación de repartir la energía necesaria lo largo del día: el 25% en el desayuno (o bien, el 15% si es un desayuno ligero y se complementa con un 10% en el almuerzo), el 35% en la comida del mediodía, el 10% en la merienda y el 30% restante en la cena. Por ello, y considerando que el alumnado de 4 a 16 años tiene unas necesidades energéticas de 2.000 kilocalorías diarias, la oferta de almuerzo de media mañana y merienda no debe proporcionar más del 10% del total de la energía diaria; o sea, 200 kilocalorías como máximo.
- Las kilocalorías que procedan de la grasa no pueden superar el 35%. Esto se traduce en que el contenido máximo de grasas será de 7,8 gramos para una porción que no sobrepase las 200 kilocalorías.
- En el caso de las grasas saturadas, las kilocalorías con esta procedencia no pueden superar el 10%. Es decir, deben tener un máximo de 2,2 gramos de grasas saturadas para una porción limitada a 200 kilocalorías.
- Para los azúcares añadidos o libres, el mismo porcentaje, el 10% como máximo de las kilocalorías con esta procedencia, lo que supone un máximo de 5 gramos de azúcares añadidos para una porción de 200 kilocalorías.
- En cuanto a la sal, el máximo debe ser 0,5 grados (0,2 gramos de sodio) para la mencionada porción de 200 kilocalorías.
Límites a precocinados y frituras
El ministro Bustinduy también ha resaltado que el decreto va a limitar los platos precocinados, como pizzas, empanadillas o frituras que no sean caseras, a una ración al mes.
Las frituras que se elaboren en el día (que no procedan de productos precocinados) podrán servirse una vez a la semana como máximo, indicándose que para elaborar estas frituras se use preferentemente aceite de oliva o aceite de girasol alto oleico.