Héctor Alonso, podólogo: "Este tipo de zapatillas que hay en muchos armarios es el más dañino para tus pies"
Aun así, ambos especialistas coinciden en que no es necesario deshacerse de estas zapatillas si te gustan.

A muchas nos pasa: tenemos un par de zapatillas que llevamos desde la adolescencia y que asociamos con comodidad, estilo y ese toque atemporal que funciona con todo. Sin embargo, puede que no sean tan inocuas como pensábamos. Un podólogo se ha vuelto viral en TikTok tras advertir que un modelo muy conocido y extendido (sí, ese que probablemente tengas ahora mismo en tu armario) puede ser "el más dañino para los pies". Sus declaraciones han sorprendido a miles de usuarias que, como él mismo reconoce, las llevan casi a diario sin ser conscientes de sus efectos a largo plazo.
En su vídeo, el especialista Héctor Alonso explica que el primer problema aparece en la parte delantera del calzado. Sobre las punteras, afirma que "son muy duras y promueven las uñas encarnadas". Esta rigidez puede presionar los dedos hacia dentro, especialmente si se usan durante muchas horas seguidas.
A eso se suma la escasa amortiguación. Según Alonso, "las suelas son demasiado planas. Andas literalmente sobre un ladrillo". La descripción deja claro que el apoyo del pie es prácticamente inexistente, algo que, con el tiempo, puede derivar en dolor en la planta, sobrecarga en los metatarsos o molestias al caminar por superficies duras. El podólogo también comenta que este tipo de zapatilla "es muy maleable y no sujeta nada el tobillo", lo que reduce la estabilidad y favorece pequeñas torceduras o una marcha más inestable de lo que imaginamos.
Su vídeo ha abierto un debate amplio y otro profesional, el podólogo David García, ha añadido más argumentos en la misma línea. Él señala que la goma de la puntera "nos puede provocar unos dedos que acaben en forma de garra, unos hematomas debajo de las uñas e, incluso, juanetes". Además, subraya que la versión de caña alta "nos dificulta la articulación del tobillo", algo que puede afectar a la forma de caminar y a la movilidad general.
Aun así, ambos especialistas coinciden en que no es necesario deshacerse de estas zapatillas si te gustan. La recomendación es reducir su uso continuado, alternarlas con modelos que tengan una suela más acolchada y un diseño que acompañe la pisada, y reservarlas para momentos puntuales en lugar de convertirlas en la opción diaria.
Cuidar la biomecánica del pie no solo evita molestias locales, sino que también puede prevenir problemas en rodillas, caderas o incluso en la columna. Una pequeña revisión del zapatero puede marcar una gran diferencia en el bienestar a largo plazo.
