Pilar Vinardell, sobre guardar la crema solar para el año que viene: "Es una realidad, caducan"
¿Cómo saber hasta que fecha una crema es eficaz?

Con el verano a punto de terminar, muchas familias sacan del neceser un bote de crema solar a medio usar y se plantean la misma duda: ¿merece la pena guardarlo hasta la próxima temporada de calor o lo más prudente es desecharlo? Entre el deseo de ahorrar y la necesidad de proteger la piel ante los rayos del sol, conviene conocer cómo influyen la fecha de apertura, las altas temperaturas y la pérdida de eficacia antes de decidir.
Para aclarar dudas, Mercadona ha publicado un vídeo en sus redes sociales en el que ofrece pautas sobre el correcto uso del protector solar. En la publicación, Pilar Vinardell, catedrática de Fisiología de la Universidad de Barcelona y experta en seguridad cosmética, lo deja claro: “¿Caducan las cremas solares? ¿Es un mito o una realidad? Es una realidad”, confirma de forma contundente.
La experta recuerda que, además de las fechas impresas en algunos envases, la vida útil del producto tras abrirlo suele indicarse con el símbolo PAO, un tarrito abierto seguido de un número y la letra M, que marca cuántos meses es seguro usarlo después de la primera apertura. En los protectores solares ese plazo suele situarse entre los 6 y 12 meses, ya que pasado ese periodo los ingredientes activos pierden potencia.
Mejor no reutilizar
Vinardell subraya además que las cremas solares están especialmente expuestas durante el verano a altas temperaturas, lo que acelera de forma considerable su degradación. “Además, la formulación puede alterarse, cambiar su aspecto, y esto puede llegar a provocar irritaciones o respuestas alérgicas en la piel”, asegura. Así, aunque a simple vista la crema parezca estar en buen estado, la alteración de su composición puede convertirla en un cosmético inseguro.
Teniendo en cuenta estos factores, la catedrática no recomienda reutilizar el protector del año anterior, por mucho que haya sobrado y que nos de pena tirarlo. Si el envase tiene una fecha de caducidad impresa, es mejor desecharlo tras esa data; si no, se debe comprobar el PAO y anotar la fecha de apertura para tirar el producto si supera el plazo indicado. Algunos organismos aconsejan incluso tirar los protectores si han pasado tres años desde su fabricación.

La advertencia de Vinardell llega en plena temporada de retornos y reorganización postvacacional y con ello pretende evitar que el deseo de ahorrar unos pocos euros ponga en riesgo la protección frente al sol: renovar el protector cada temporada, o al menos atenerse a las indicaciones del envase, es la recomendación más segura para mantener la eficacia y la salud de la piel.
