Cómo se llamaba en la Edad Media la 'Edad Media'

Cómo se llamaba en la Edad Media la 'Edad Media'

Se creía que la humanidad viviría seis milenios.

Cómo se llamaba en la Edad Media la 'Edad Media'

Se creía que la humanidad viviría seis milenios.

Cómo se llamaba en la Edad Media la 'Edad Media'

Se creía que la humanidad viviría seis milenios.

Cómo se llamaba en la Edad Media la 'Edad Media'

Se creía que la humanidad viviría seis milenios.

Cómo se llamaba en la Edad Media la 'Edad Media'

Se creía que la humanidad viviría seis milenios.

Escenas de la vida de San Agustín de Hipona.

La época histórica que hoy conocemos como Edad Media no fue llamada así por quienes vivieron en ella. El término “Edad Media” nació siglos después, con el surgimiento del Renacimiento, cuando los pensadores y artistas de entonces querían retomar las tradiciones de la Antigüedad clásica y definirse como una nueva era. 

Esta visión creó la división que hoy conocemos como la Edad Antigua, la Edad Media y la Edad Moderna. La primera etapa abarca desde los orígenes de la civilización hasta la caída del Imperio Romano de Occidente. La Edad Media se extiende hasta el Renacimiento, donde comienza la Edad Moderna.

Por tanto, El término de “Edad Media”, al situarse entre el pasado glorioso de Roma y el Renacimiento, sólo cobra sentido desde el punto de vista de una época posterior que se definió como “tiempos modernos”.

Las eras del mundo 

La gente de la Edad Media tenía su propio modo de interpretar la historia. San Agustín, en el siglo V, había propuesto un modelo de “eras del mundo” basado en la Biblia, donde se imaginaba la historia humana dividida en seis edades, cada una de aproximadamente mil años.

Esta idea surgió de un pasaje de la Segunda Carta de Pedro en el Nuevo Testamento que afirmaba que “para el Señor un día es como mil años, y 1.000 años como un día”. Aplicando este simbolismo, Agustín dedujo que la humanidad viviría seis milenios, cada uno correspondiente a un día de la creación.

La última Era

Según este modelo, la humanidad de su tiempo vivía en la sexta y última era, la “Aetas Christiana”, es decir, la “Era Cristiana”, que había iniciado con el nacimiento de Cristo y estaba orientada hacia el Juicio Final. Este marco temporal basado en las eras de la creación bíblica ofrecía un sentido íntegramente espiritual.

Sin embargo, el mundo continuó más allá de los mil años que se esperaba, y con el paso de los siglos, el modelo de Agustín cayó en desuso. Finalmente, durante el Renacimiento, se introdujo el término “Edad Media” para designar a esta era como un tiempo intermedio entre dos grandes épocas: el legado clásico de la Antigüedad y la nueva era moderna.

La época histórica que hoy conocemos como Edad Media no fue llamada así por quienes vivieron en ella. El término “Edad Media” nació siglos después, con el surgimiento del Renacimiento, cuando los pensadores y artistas de entonces querían retomar las tradiciones de la Antigüedad clásica y definirse como una nueva era. 

Esta visión creó la división que hoy conocemos como la Edad Antigua, la Edad Media y la Edad Moderna. La primera etapa abarca desde los orígenes de la civilización hasta la caída del Imperio Romano de Occidente. La Edad Media se extiende hasta el Renacimiento, donde comienza la Edad Moderna.

Por tanto, El término de “Edad Media”, al situarse entre el pasado glorioso de Roma y el Renacimiento, sólo cobra sentido desde el punto de vista de una época posterior que se definió como “tiempos modernos”.

Las eras del mundo 

La gente de la Edad Media tenía su propio modo de interpretar la historia. San Agustín, en el siglo V, había propuesto un modelo de “eras del mundo” basado en la Biblia, donde se imaginaba la historia humana dividida en seis edades, cada una de aproximadamente mil años.

Esta idea surgió de un pasaje de la Segunda Carta de Pedro en el Nuevo Testamento que afirmaba que “para el Señor un día es como mil años, y 1.000 años como un día”. Aplicando este simbolismo, Agustín dedujo que la humanidad viviría seis milenios, cada uno correspondiente a un día de la creación.

La última Era

Según este modelo, la humanidad de su tiempo vivía en la sexta y última era, la “Aetas Christiana”, es decir, la “Era Cristiana”, que había iniciado con el nacimiento de Cristo y estaba orientada hacia el Juicio Final. Este marco temporal basado en las eras de la creación bíblica ofrecía un sentido íntegramente espiritual.

Sin embargo, el mundo continuó más allá de los mil años que se esperaba, y con el paso de los siglos, el modelo de Agustín cayó en desuso. Finalmente, durante el Renacimiento, se introdujo el término “Edad Media” para designar a esta era como un tiempo intermedio entre dos grandes épocas: el legado clásico de la Antigüedad y la nueva era moderna.

La época histórica que hoy conocemos como Edad Media no fue llamada así por quienes vivieron en ella. El término “Edad Media” nació siglos después, con el surgimiento del Renacimiento, cuando los pensadores y artistas de entonces querían retomar las tradiciones de la Antigüedad clásica y definirse como una nueva era. 

Esta visión creó la división que hoy conocemos como la Edad Antigua, la Edad Media y la Edad Moderna. La primera etapa abarca desde los orígenes de la civilización hasta la caída del Imperio Romano de Occidente. La Edad Media se extiende hasta el Renacimiento, donde comienza la Edad Moderna.

Por tanto, El término de “Edad Media”, al situarse entre el pasado glorioso de Roma y el Renacimiento, sólo cobra sentido desde el punto de vista de una época posterior que se definió como “tiempos modernos”.

Las eras del mundo 

La gente de la Edad Media tenía su propio modo de interpretar la historia. San Agustín, en el siglo V, había propuesto un modelo de “eras del mundo” basado en la Biblia, donde se imaginaba la historia humana dividida en seis edades, cada una de aproximadamente mil años.

Esta idea surgió de un pasaje de la Segunda Carta de Pedro en el Nuevo Testamento que afirmaba que “para el Señor un día es como mil años, y 1.000 años como un día”. Aplicando este simbolismo, Agustín dedujo que la humanidad viviría seis milenios, cada uno correspondiente a un día de la creación.

La última Era

Según este modelo, la humanidad de su tiempo vivía en la sexta y última era, la “Aetas Christiana”, es decir, la “Era Cristiana”, que había iniciado con el nacimiento de Cristo y estaba orientada hacia el Juicio Final. Este marco temporal basado en las eras de la creación bíblica ofrecía un sentido íntegramente espiritual.

Sin embargo, el mundo continuó más allá de los mil años que se esperaba, y con el paso de los siglos, el modelo de Agustín cayó en desuso. Finalmente, durante el Renacimiento, se introdujo el término “Edad Media” para designar a esta era como un tiempo intermedio entre dos grandes épocas: el legado clásico de la Antigüedad y la nueva era moderna.

La época histórica que hoy conocemos como Edad Media no fue llamada así por quienes vivieron en ella. El término “Edad Media” nació siglos después, con el surgimiento del Renacimiento, cuando los pensadores y artistas de entonces querían retomar las tradiciones de la Antigüedad clásica y definirse como una nueva era. 

Esta visión creó la división que hoy conocemos como la Edad Antigua, la Edad Media y la Edad Moderna. La primera etapa abarca desde los orígenes de la civilización hasta la caída del Imperio Romano de Occidente. La Edad Media se extiende hasta el Renacimiento, donde comienza la Edad Moderna.

Por tanto, El término de “Edad Media”, al situarse entre el pasado glorioso de Roma y el Renacimiento, sólo cobra sentido desde el punto de vista de una época posterior que se definió como “tiempos modernos”.

Las eras del mundo 

La gente de la Edad Media tenía su propio modo de interpretar la historia. San Agustín, en el siglo V, había propuesto un modelo de “eras del mundo” basado en la Biblia, donde se imaginaba la historia humana dividida en seis edades, cada una de aproximadamente mil años.

Esta idea surgió de un pasaje de la Segunda Carta de Pedro en el Nuevo Testamento que afirmaba que “para el Señor un día es como mil años, y 1.000 años como un día”. Aplicando este simbolismo, Agustín dedujo que la humanidad viviría seis milenios, cada uno correspondiente a un día de la creación.

La última Era

Según este modelo, la humanidad de su tiempo vivía en la sexta y última era, la “Aetas Christiana”, es decir, la “Era Cristiana”, que había iniciado con el nacimiento de Cristo y estaba orientada hacia el Juicio Final. Este marco temporal basado en las eras de la creación bíblica ofrecía un sentido íntegramente espiritual.

Sin embargo, el mundo continuó más allá de los mil años que se esperaba, y con el paso de los siglos, el modelo de Agustín cayó en desuso. Finalmente, durante el Renacimiento, se introdujo el término “Edad Media” para designar a esta era como un tiempo intermedio entre dos grandes épocas: el legado clásico de la Antigüedad y la nueva era moderna.

La época histórica que hoy conocemos como Edad Media no fue llamada así por quienes vivieron en ella. El término “Edad Media” nació siglos después, con el surgimiento del Renacimiento, cuando los pensadores y artistas de entonces querían retomar las tradiciones de la Antigüedad clásica y definirse como una nueva era. 

Esta visión creó la división que hoy conocemos como la Edad Antigua, la Edad Media y la Edad Moderna. La primera etapa abarca desde los orígenes de la civilización hasta la caída del Imperio Romano de Occidente. La Edad Media se extiende hasta el Renacimiento, donde comienza la Edad Moderna.

Por tanto, El término de “Edad Media”, al situarse entre el pasado glorioso de Roma y el Renacimiento, sólo cobra sentido desde el punto de vista de una época posterior que se definió como “tiempos modernos”.

Las eras del mundo 

La gente de la Edad Media tenía su propio modo de interpretar la historia. San Agustín, en el siglo V, había propuesto un modelo de “eras del mundo” basado en la Biblia, donde se imaginaba la historia humana dividida en seis edades, cada una de aproximadamente mil años.

Esta idea surgió de un pasaje de la Segunda Carta de Pedro en el Nuevo Testamento que afirmaba que “para el Señor un día es como mil años, y 1.000 años como un día”. Aplicando este simbolismo, Agustín dedujo que la humanidad viviría seis milenios, cada uno correspondiente a un día de la creación.

La última Era

Según este modelo, la humanidad de su tiempo vivía en la sexta y última era, la “Aetas Christiana”, es decir, la “Era Cristiana”, que había iniciado con el nacimiento de Cristo y estaba orientada hacia el Juicio Final. Este marco temporal basado en las eras de la creación bíblica ofrecía un sentido íntegramente espiritual.

Sin embargo, el mundo continuó más allá de los mil años que se esperaba, y con el paso de los siglos, el modelo de Agustín cayó en desuso. Finalmente, durante el Renacimiento, se introdujo el término “Edad Media” para designar a esta era como un tiempo intermedio entre dos grandes épocas: el legado clásico de la Antigüedad y la nueva era moderna.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

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Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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