Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Del 'tú a tú' con los lectores a las dificultades para mantener los clientes el resto del año: así viven los libreros la Feria del Libro

Del 'tú a tú' con los lectores a las dificultades para mantener los clientes el resto del año: así viven los libreros la Feria del Libro

El pasado año se vendieron 831.000 ejemplares y librerías y editoriales facturaron 13,4 millones de euros.

Dos personas comprando en la Feria del Libro.Europa Press via Getty Images

El paraíso para los lectores se ubica cada año en el Retiro de Madrid. La imagen es drásticamente distinta entre los fines de semana y los días de diario, y en éstos incluso entre las horas avanzadas de las tardes entre semana y las mañanas. En las primeras, riadas de gente por el Paseo de Fernán Núñez, donde se ubican las casetas de la Feria del Libro, mientras el público matutino está más diluido con algunas excursiones de escolares que se agolpan en los puestos de literatura juvenil, jubilados y algunos extranjeros que pasean entre los estands mientras grupos de personas mayores dan clases de tai chi a escasos metros.

Tan cambiante es el escenario de la feria, como lo es el tiempo que la acompaña y que este año ha comenzado con una alerta roja por altas temperaturas y viento el pasado viernes, que obligó a cerrar la feria, pese a que se reabrió el parque por la tarde. "No ha empezado con buen pie con el calor, un poco rollo, pero siempre hay alguna incidencia: si no es calor es lluvia", comenta Beatriz García, de la Librería Traficantes de sueños, que asegura que están acostumbrados a las inclemencias meteorológicas. 

Sin embargo, aunque algunos lo vieron como una decisión de la organización a acatar, otros creen que no se tienen en cuenta los perjuicios que pueden causar a los libreros. Es el caso de la Librería Antonio Machado, donde el pasado viernes contaban con una firma de la autora Sara Mesa por su libro Oposición (Anagrama) que tuvo que ser cancelada.

"El cierre del viernes no tuvo mucho sentido porque luego enseguida volvieron a abrir los parques otra vez", explica a El HuffPost, Gonzalo Hernández, librero de las Librerías Antonio Machado, quien califica que la pérdida de la firma para ellos fue "bastante duro". También les afectó el retraso de apertura el sábado y la cancelación de otras tantas firmas. "Entre otras cosas, perdimos también la firma del escritor Andrés Trapiello por su novela Me piden que regrese (Destino).

"Ves la falta de empatía que hay por ese lado. Nosotros cumplimos con lo nuestro, pagamos, contratamos gente, estamos abiertos todas las horas... Y luego ves que por la otra parte no se mira nada el daño económico y 'moral', que hacen a la gente que estaba esperando esas firmas. Se nos acercaba gente, porque el parque estaba abierto, preguntando si íbamos a abrir o no y no sabíamos nada porque tampoco nos dicen mucho", se queja Hernández. 

"Ves la falta de empatía que hay por ese lado. Nosotros cumplimos con lo nuestro, pagamos, contratamos gente, estamos abiertos todas las horas... Y luego ves que por la otra parte no se mira nada el daño económico y 'moral', que hacen a la gente que estaba esperando esas firmas"
Gonzalo Hernández, librero de las Librerías Antonio Machado

El encuentro y el diálogo con los lectores

Más allá de las firmas o los eventos que pueden rodear la Feria del Libro, lo que más agradecen y lo que más esperan los libreros y editores es encontrarse con los lectores y poder dialogar con ellos en unas semanas tan importantes.

"Es una fecha muy señalada por la cantidad de gente que pasa por aquí y también porque das a conocer el proyecto, más allá de las ventas por supuesto, pero también esa posibilidad de hablar con la gente que pasa por aquí, de presentar los libros y de dar a conocer las librerías", explica García.

Lo mismo señala Marc de Tipos Infames, presente en la feria desde los inicios de la librería en 2010: "Siempre es una oportunidad para reencontrarte con lectores que no ves el resto del año por la ubicación de la librería, pero poder recomendar libros que nos han gustado durante el año de fondo que definen nuestro fondo de librería en un enclave excepcional como es el Retiro es una oportunidad siempre". 

En el caso de las editoriales, esta situación es aún más excepcional al no tratar habitualmente con el lector de forma directa. Alejandra, de la editorial infantil Ediciones Ekaré, lo califica como "el mejor momento del año". "Podemos ver cara a cara cómo se venden los libros, cómo funcionan, si les gustan al público o no... Toda la reacción del público la tenemos cara a cara. Eso es lo que más nos interesa y nos gusta. Eso lo vive el librero, pero nosotros no. Para mí es la mejor experiencia, mi feria favorita", recalca.

  La Feria del Libro de Madrid 20205 el fin de semana de su inauguración.Getty Images

Un gran impacto económico, duplicar esfuerzos, pero con la dificultad de fidelizar al cliente

La mayoría de casetas además de tener una o dos personas trabajando, llegando hasta tres o cuatro en las más numerosas o aquellas que están compartidas entre librerías y editoriales. Además, casi todas mantienen sus locales abiertos en Madrid, lo que les supone un sobreesfuerzo que no todas pueden afrontar.

Mili Hernández, propietaria de la librería LGTBIQ+ Berkana ubicada en el barrio de Chueca, asegura que antes de venir a la feria tuvo que ir a las 8 de la mañana a la librería y allí darle el relevo a otra persona trabajando y venir a seguir en la feria. "Es un esfuerzo muy grande sobre todo para el pequeño librero o librera, para las independientes, es tremendamente grande, pero lo hacemos. Tenemos que estar", explica.

"Son jornadas muy largas y duras, pero tenemos un equipo grande que permite desdoblarnos y mantener la agenda de eventos en la librería", apunta Marc de Tipos Infames. Una situación similar viven en Traficantes de Sueños, donde aseguran que al tener un equipo grande pueden mantener ambas agendas: "Para otras librerías más pequeñitas es un superesfuerzo, lo que compensa es poder estar, hablar con la gente y poder presentar los libros".

A pesar de duplicar o triplicar si se tienen varios locales como Atom Cómics o las librerías Antonio Machado, los libreros coinciden que a nivel económico les compensa cada año. Marina Sanmartín, librera de Cervantes y compañía, asegura que "junto a la Navidad, el Día del Libro con la noche de los libros, es la fecha estrella del año".

Daniel Aubareda, de Atom Cómics especializado en cómics y novela gráfica, asegura que, aunque haya oscilaciones en la facturación siempre es positiva. "No nos podemos quejar en cuanto a ingresos. Puede ir un poquito mejor o un poquito peor, dependiendo del tiempo, las horas, la selección de los títulos, la ubicación de la caseta... Pero a veces simplemente son elementos aleatorios", señala.

Según los datos del primer estudio integral sobre el impacto cultural y económico de la Feria del Libro de Madrid con datos de 2024, el volumen de negocio total de la feria del año anterior se cifró en 13,4 millones de euros y 831.000 ejemplares vendidos con un gasto medio por visitante de 32,4 euros, y por libro de 16,2 euros.

Para las librerías y editoriales presentes el año pasado, el beneficio medio neto fue de 11.600 euros y más de la mitad de los expositores aseguraron unas mayores ventas en 2024 que en 2023.

No obstante Aubareda pone el foco en que más allá de lo que puedan facturar esta semana, la dificultad está en que el lector se pase por la librería el resto del año. "Sirve poco para recordar a la gente que estamos todo el año. Al menos, yo no lo consigo", recalca.

"Es como si vas al Louvre y te haces una foto con la 'Mona Lisa'. Está muy bien, pero echamos de menos que venga más gente durante el año a las librerías"
Daniel Aubareda, librero de Atom Cómics

"El perfil que desespera un poco al librero es ese cliente que compra una vez al año en la feria, se compra un álbum o un título", señala y lo compara con el turista de museos. "Es como el que va a un museo y se hace una foto. Es como si vas al Louvre y te haces una foto con la Mona Lisa. Está muy bien, pero echamos de menos que venga más gente durante el año a las librerías", explica, aunque admite que "es una batalla muy complicada", especialmente para las librerías de barrio.

Hernández coincide con su compañero en que muchos de los visitantes hacen las "compras del año", ya sea por encontrar descuentos o porque les es más fácil encontrar algunos ejemplares. "Realmente que funcione como está funcionando ahora no es bueno para nadie realmente ni para el cliente que está esperando estas fechas y estas ferias, ni para nosotros como libreros ya que nosotros cumplimos con todo, pagamos todo lo que nos piden y no se mira por lo que nos puede perjudicar", señala.

Una ventana para la visibilidad y la reivindicación del colectivo LGTBIQ+ o la literatura feminista 

Entre la variedad de los expositores, más allá de best sellers, especialmente en los estands de las grandes superficies, libros más independientes en pequeñas librerías o grandes superventas juveniles que logran agolpar a cantidad de jóvenes frente a las casetas con fenómenos como Alas de sangre (Planeta) de Rebecca Yarros, hay espacio para la reivindicación.

Librerías LGTBIQ+ como Berkana, fundada en 1993 y pionera en España, consideran "fundamental estar". "Hay que estar, especialmente por estar especializados en el colectivo y dar voz y visibilidad", señala su propietaria Mili Hernández, quien también gestiona el sello especializado Egales. A ella le siguen otras como Mary Read, también especializada en literatura LGTBIQ+, que hacen que el parque de El Retiro sea, este año coincidiendo con el mes del Orgullo, más diverso.

"Es un escaparate gigantesco y para nosotros, que representamos a un colectivo, es muy importante tener visibilidad. Si no ve, no existe"
Gonzalo Izquierdo, editor de Dos Bigotes

Lo mismo sucede con la editorial Dos Bigotes, también centrada en realidades LGTBIQ+ y feminista. "Es un escaparate gigantesco y para nosotros, que representamos a un colectivo, es muy importante tener visibilidad. Si no se ve, no existe", explica su editor Gonzalo Izquierdo.

Con esta oportunidad para presentar ideas nuevas o llegar a un público que normalmente no se acercaría a una librería especializada coincide Lorena, de la Librería de Mujeres. "Nos permite recomendar cosas a gente que igual no nos conoce, como teoría feminista o libros de autoras que nos han gustado mucho. Supone mucha visibilidad y acercarse al público ya que una librería especializada en autoras es más difícil aún de mantener que una generalista, supone una visibilidad importante para nosotras", indica.

MOSTRAR BIOGRAFíA

Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es