El idilio de éxito entre Emma Stone y Yorgos Lanthimos llevado al extremo con aliens y conspiranoicos en 'Bugonia'
La cuarta cinta juntos del griego y la actriz estadounidense llega a los cines este 7 de noviembre.
Que determinados directores tengan sus actores y actrices fetiche no es algo nuevo. Lo hemos visto durante años con Leonardo Dicaprio o Robert Deniro con Martin Scorsese, Tim Burton con Johnny Depp, Pedro Almodóvar con Penélope Cruz o Greta Gerwig con Saorise Ronan. Pero si hay una dupla a la que esto le está sirviendo como win-win para triunfar es a la de Emma Stone y Yorgos Lanthimos.
La actriz, de 36 años, que cambió su nombre de niña por su referente en las Spice Girls, ha demostrado en los últimos años ser mucho más que una actriz secundaria o protagonista de comedias románticas.
Aunque ya había sido reconocida por la crítica y la Academia de Hollywood por sus papeles en La La Land y Birdman, la complejidad del cine de Lanthimos y su baile entre la sátira, el humor negro, la crueldad y la incomodidad en el espectador la han elevado a ser aplaudida por la crítica -pese a irse de vacío junto a Rachel Weisz por La Favorita-, a ganar su segundo Oscar por Pobres criaturas y a estar de nuevo nominada por Kind of Kindness.
En Bugonia, su cuarta cinta juntos en la que además Stone participa al igual que en Pobres criaturas como coproductora, de nuevo, tienen en la mano una doble nominación. Pese a que con Lanthimos la productora de Stone y su marido Dave McCary, Fruit Tree, ya haya lanzado dos películas, el verdadero tándem a nivel de producción lo tiene con Jesse Eisenberg al que conoció en Zombieland en 2009 y con quien ha desarrollado ya tres largometrajes.
En esta cinta, Stone encarna a Michelle Fuller, una importante CEO de una farmacéutica a la que secuestran dos conspiranoicos, incentivados por teorías sobre alienígenas, pero también por la desazón del abandono a la América profunda y la venganza por las tragedias familiares, para demostrar que se trata de una alienígena.
En una suerte de Reservoir Dogs de medio pelo la retienen en el sótano de su casa en las noches previas a un eclipse lunar para que, supuestamente, les lleve a su nave nodriza y pedirle que retire a su especie de la Tierra, donde según esta dupla casi cómica que encarnan Jesse Plemmons y Aidan Deibis, están aniquilando a través de químicos a humanos y a un pilar del ecosistema en riesgo como son las abejas.
Bajo esta premisa ecologista, la trama, basada en la cinta Salvar al planeta Tierra de Jang Joon-hwan, va desarrollándose al puro estilo Lanthimos con golpes cómicos, con una mirada satírica a la bajeza humana, con giros de guion que desencadenan algunas de las escenas más gore del cineasta.
La interpretación de Stone, rapada, embadurnada en crema y cubierta de sangre, es uno de los puntos fuertes de la cinta en la que, como una impasible CEO que domina a la perfección esa verborrea de vendehumos tan propia del mundo empresarial, trata de desmontar la dialéctica conspiranoica de sus captores.
Aunque en esta ocasión no hay baile viral, que ya se había convertido en casi marca de la casa con La Favorita, Pobres criaturas y Kind of Kindness, sí que hay escenas cantando en el coche Pink Pony Club de Chappell Roan o siendo electrocutada bajo el Basket Case de Green Day.
El registro de Stone va mucho más allá y consolida una trayectoria de la mano de Lanthimos que la ha hecho pasar de estar en los listados de Mujeres más sexies de Hollywood, de participar en comedias románticas como Crazy, stupid, love (2011) o Con derecho a roce (2011), de ser la icónica novia irresistible de Spiderman en ambas entregas de The Amazing Spinder-Man o de encarnar a la joven estudiante que no puede evitar caer en los encantos de su mentor en Irrational Man (2015).
“Nos hemos convertido en muy buenos amigos”, declaró Lanthimos en la promoción de Pobres criaturas y, desde luego, la relación entre ambos ha ido a más, también en la complejidad de los papeles que le ha dado a Stone.
De hecho, según han contado, el vínculo entre ambos está muy relacionado a conocer la metodología de ambos. “Creo que probablemente lo notarás al ver la película: confío plenamente en Yorgos”, dijo Stone sobre su trabajo en Pobres criaturas en una entrevista en Vogue. “Somos muy directos el uno con el otro… No sé si siquiera si lo veo como un director. Es más bien como personas”, añadió en otra entrevista promocional de la cinta.
Sobre cómo desarrolló el personaje de Bella en Pobres criaturas, Lanthimos aseguró que la forma de trabajar de él junto a Stone fue fundamental: “La forma en que lo abordamos al final fue trabajar realmente con la fisicalidad del personaje sin intentar analizarla o comprenderla”.
Mientras que en Kind of Kindness daba vida a tres papeles con tres registros diferentes, la aparente impasividad, la ira contenida y los estallidos de Stone en Bugonia la sitúan en una posición hasta ahora no explotada de la actriz, que la ha llevado a un extremo físico casi monstruoso.
“Me encerré en el camerino, encendí la música y de repente empecé a llorar como una niña. No entendía por qué me afectaba tanto”, señaló en una rueda de prensa de la película al ser preguntada sobre su cambio físico. ¿Llevará próximamente Lanthimos el vínculo aún más al límite interpretativo con Stone? Lo cierto es que el cineasta griego ha estrenado tres películas en los tres últimos años, las tres con Stone y el riesgo de que la dupla acabe saturando está ahí, pero siempre pueden superarse los extremos.