Hay varias teorías que señalan por qué a Valladolid se le llama Pucela
Una de ellas es muy polémica entre los locales.

A lo largo del siglo XX, el nombre de “Pucela” se ha utilizado popularmente para referirse a Valladolid, especialmente en contextos deportivos y culturales. Aunque su uso está ampliamente extendido el origen de esta denominación continúa siendo objeto de debate y especulación.
Desde explicaciones que vinculan el término con heroínas medievales hasta hipótesis basadas en la industria del cemento o en características geográficas, varias teorías han intentado arrojar luz sobre cómo una ciudad castellana fundada en 1072 pasó a ser conocida, de forma casi afectiva, como Pucela. Existen cuatro teorías principales.
Una Doncella de Orleans
La versión más legendaria tiene que ver con una Doncella de Orleans y un grupo de caballeros vallisoletanos. En el siglo XV, según cuenta esta historia, un grupo de soldados partió desde Valladolid para unirse al ejército de Juana de Arco, la heroína francesa conocida como la Pucelle d’Orléans. Los guerreros castellanos, fieles a la Doncella, fueron apodados como "los de la Pucelle", de donde vendría pucelanos. Sin embargo, No hay documentación que lo respalde, pero es la más conocida y contada.
Cemento italiano y un barrio de Valladolid
La explicación más terrenal e industrial se basa en que en 1903, el empresario cántabro Eloy Silió instaló la fábrica La Cerámica en el barrio de los Vadillos. Allí se usaba un tipo de cemento importado de Pozzuoli (Italia), conocido como cemento puzolánico. De ahí podría haber derivado el gentilicio pucelano, asociado primero a los trabajadores, luego al barrio, y más tarde a toda la ciudad.
Una ciudad de pozas y ríos
Esta hipótesis es geográfica y lingüística. El historiador Celso Almunia apunta que la ciudad, al estar atravesada por el Pisuerga, el Esgueva y el Canal de Castilla, podría haber sido vista como una gran “poza”. De poza surgiría pozuela, y de ahí, con el tiempo, Pucela. Una evolución fonética plausible, ligada al entorno natural de Valladolid. Una teoría sobria, pero elegante.
De las pulgas al insulto
El catedrático César Hernández sostiene que en tiempos del traslado de la Corte a Valladolid, los madrileños llamaban despectivamente "pulgosos" a los habitantes de la ciudad. El término latino pullicella, derivado de puce (pulga), habría terminado convirtiéndose en pucelano.