Leiva, el 'chico con suerte' de Alameda de Osuna, muestra su lado más íntimo: "Ha sido abrir las puertas de par en par"
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Leiva, el 'chico con suerte' de Alameda de Osuna, muestra su lado más íntimo: "Ha sido abrir las puertas de par en par"

Mario Forniés, Lucas Nolla y Sepia cuentan los detalles de 'Hasta que me quede sin voz', el documental del artista que se estrena este 17 de octubre.

Leiva en quirófano en su documental 'Hasta que me quede sin voz'.Ellas Comunicación

Las canciones de Leiva, tanto con Pereza junto a Rubén Pozo con Pereza como en solitario, han resonado en el imaginario colectivo y le han lanzado hasta el estrellato y conseguir éxitos como Gigante, Vis a vis o el disco Nuclear, que llegó a conseguir el disco de platino. Solo este año, por su álbum Gigante, ha recibido cuatro nominaciones a los Latin Grammy. Pero la vida de puertas para dentro de José Miguel Conejo Torres no ha sido precisamente accesible.

No suele conceder demasiadas entrevistas y es bastante reservado en lo que a su vida personal se refiere (salvo alguna que otra dedicatoria pública a su expareja Macarena García como cuando ganó el Goya a Mejor canción original por La llamada). Ahora, con el documental Hasta que me quede sin voz, que verá la luz este viernes 17 de octubre en cines de la mano de Movistar +.

En él se le muestra en su más absoluta intimidad recorriendo desde los camerinos de su doble Movistar Arena el pasado mes de junio, a su noche en el Auditorio Nacional de México, sus sesiones en su estudio a planos íntimos como ir a comer croquetas a casa de su madre, juntarse con sus amigos para jugar una pachanga de fútbol en Alameda de Osuna o pasar consulta con el foniatra.

Precisamente el título relata una de las columnas vertebrales del documental: la lesión en la cuerda vocal izquierda que le hace que las giras tengan que ser limitadas y tenga que tener un cuidado menticuloso de la voz, además de ser intervenido cada vez que planee de salir de gira. 

Tal es la realidad e intimidad con la que sus creadores Mario Forniés, de la productora Blur, Lucas Nolla y Sepia han retratado a Leiva, que aparece desde una laringoscopia, a sus instantes previos a la intervención en quirófano a mostrarle literalmente desnudo en su casa de la sierra de Madrid. 

Para Forniés, con quien mantiene una relación muy estrecha desde hace años, parte de que accediera a grabarlo es consecuencia de la confianza que guardan, pero tampoco fue fácil. "Él y yo tenemos una relación de hace muchos años. Tengo una productora con la que hemos colaborado con él tanto en videoclips con como con sus giras durante años. Empecé este proyecto con un director nuestro que falleció durante el rodaje de la peli y empezamos a presentarle ideas para hacer una película con él", recuerda.

Leiva, en una imagen del documental.Ellas Comunicación

"Él es una persona muy cauta y muy recelosa a la hora de mostrar su vida personal, con lo cual no accedía. Nosotros teníamos la idea de contar lo que pasa en la vida de un músico entre una gira y otra, siempre tuvimos la idea de movernos en ese terreno y cuando estaba llegando al final de la anterior gira, empujados por Movistar, un día accedió", añade.

Para Forniés, este documental, más allá de las intervenciones y los problemas de salud a nivel vocal o la ansiedad y el insomnio, aborda la "suerte", como él mismo define y como le dijo el médico tras perder el ojo izquierdo con 12 años en un accidente cuando jugaba con una escopeta de perdigones con su primo. Antes de entrar al quirófano, recuerda que le dijo: "Tienes mucha suerte, Miguel. De todas las cosas que puedes perder, que tengas dos, ¿cuál es la menos importante? El ojo. Tu vida va a ser exactamente igual, solo te va a costar un mes de adaptación". Desde entonces, como él mismo dice ha tenido "una flor en el culo".

"La película, como dice Leiva, y creo que nosotros estamos de acuerdo es hablar de la suerte, con lo cual todos los recuerdos son positivos, lo del quirófano es una parte más de la peli, de un problema que tiene él, como muchísimas personas incluso más graves. Todos los recuerdos son bonitos y es una película que no es dramática", recuerda Forniés.

Otro pilar fundamental del documental es el barrio, encarnado por sus padres a los que visita frecuentemente y con los que comparte momentos tan tiernos frente a cámara como cuando su padre Pablo José Conejo Pérez le recita algunas de sus poesías en su casa, donde cada uno de sus hitos está colgado en sus paredes: desde los dos Goya a los carteles de Pereza. Pero también por las pachangas y las cañas con amigos con los que recuerda un pasado musical del barrio muy presente en sus temas. 

Especialmente en ese Barrio, la canción que barrunta y compone a lo largo del documental ayudado también por su hermano Juancho, de Sidecars y que se publicó el pasado mes de abril.

En ella incluye desde sus inicios junto a Malahierba, el grupo que formó junto a su primo Vikxie, a las numerosas bandas que han proliferado por el barrio y que, tal y como se muestra en el documental, se vieron nutridas por los recitales que permitían hacer en el colegio Villa de Madrid. "Buenas Noches Rose, los Yoghourt, la Caseta Guernica,, Malahierba, los Alameda, Cabeza de Canoa, OZM", canta Leiva en su canción.

"Creo que la decisión vino también un poco marcada o influida por la relación que tenemos con él, porque todo esto era dentro de un contexto de los amigos del barrio, en el que él se iba a sentir cómodo. Accedió y aquí estamos", recuerda Forniés.

Leiva en su documental.Ellas Comunicación

Del quirófano a la montaña, la cara oculta de Leiva

Dentro de esta intimidad de Leiva entre giras, grabaciones y compromisos como el de ir a tocar acompañando al mexicano Isaac 'Pitbull' Cruz en su paseíllo antes del combate por el título mundial de superligeros de la WBA, Leiva deja entrar a las cámaras a sus reflexiones, miedos y ansiedades.

Entre ellas, por supuesto, copa su cabeza el cambio de ritmo que le supone el problema vocal que le obliga a tener que guardar reposo y a someterse una intervención en cada gira, pero también los nervios que, pese a los más de 30 años de trayectoria en la industria musical, sigue teniendo antes de grandes eventos.

Precisamente, los grandes conciertos fueron los que más desafíos le plantearon a nivel de montaje a Lucas Nolla. "En general los shows, son los momentos de la película que me han resultado más complicados a la hora de darles una forma y que cada uno sea tenga un código distinto. Lo que más me ha costado encontrarle el pulso y que no aburra porque al final hay muchos shows, como cinco", explica.

Pero ha habido otros momentos más complicados a nivel de grabación o logístico, a pesar de, como dice Forniés, están acostumbrados a tener equipos distribuidos en diversos formatos y varios países, entre ellos, el grabar en pleno quirófano.

"Ahí estuve yo lo que más miedo me daba era hacer algún lío en el quirófano porque vas mirando la cámara y no te das cuenta", apunta Sepia, quien recuerda que a nivel de intimidad y confianza su vínculo con Miguel ya era más estrecho. "Me asustaba más hacer un lío en el quirófano con los instrumentos queriendo buscar un plano que otra cosa", explica. Forniés recuerda que con esto también se quería "quitarle un poco de hierro, que no era operación a corazón abierto y que también podría estar presente".

Leiva en un fotograma de 'Hasta que me quede sin voz'.Ellas Comunicación

Para Sepia también le marcó esa subida a la cima de uno de los picos de Guadarrama, con todo nevado, tras su operación. "Me quedo con la montaña de nieve porque hicimos mucho. Me paré de repente y dije ‘¿Qué estoy haciendo acá?’. Estaba como ya realmente puteado, no sé si estaba cansado... Hago deporte y estoy acostumbrado, pero subir una montaña... Fue otra cosa", explica Sepia, quien recuerda que han vivido muchos momentos divertidos y "anécdotas en casinos, en estudios, en camarines", "pero cuando estaba en la montaña que se olía ya el final me queda el recuerdo".

A pesar de su aparente hermetismo, los creadores aseguran que han tenido prácticamente "vía libre" para contar su vida: incluyendo fiestas, resacas, charlas con discográficas y managers y conversaciones médicas sobre cuestiones como el consumo de alcohol o sus últimas analíticas.

"Creo que lo único que no quería es que fuese una promo, que no fuese el típico documental que encumbra a un artista. Pero más allá de eso, ha sido luz verde todo el rato", recuerda Nolla, quien apunta que parte de su negativa era porque muchos documentales de artistas que "respiran de la promoción". "Quería que fuese real, honesto. Ha sido abrir las puertas de par en par y hemos estado a pie del cañón con él", recuerda.

Sepia recuerda que "no hubo nunca luces rojas". "Incluso cuando pasaban cosas que nosotros mismos entendíamos como ‘che, esto mejor guardarlo’ porque como que trasciende o escuchar una llamada y que quizás realmente no correspondía que estuviésemos ahí", explica, aunque recuerda que su criterio también ha influido ahí. 

"Creo que hemos sido cuidadosos porque tuvimos un permiso total para poder escarbar y estar presente casi en todos lados. Si no estábamos nosotros, había una cámara dando support. Pero sí que la verdad que agradecidos de que hayan sido todas luces verdes", añade.

Leiva en la montaña en 'Hasta que me quede sin voz'.Ellas Comunicación

Más allá de sus rizos, su sombrero, su guitarra y sus pantalones ajustados, sus creadores bromean como él mismo se define en una de las resacas tras un gran concierto que recuerda en es un "desgraciado". Aunque para Forniés definirlo con una palabra es difícil, apostaría por "talento, trabajo, lucha".

"Es un luchador, cómo le da la vuelta a las a las tragedias y a los accidentes. Es un portento creativo, muy amigo de sus amigos. Es extraordinario", recuerda Nolla. 

Tanto, que a través de las dos horas de metraje en la que se han quedado las 600 horas de grabación, han llevado a sus creadores a ser parte del proyecto a nivel personal.  "Me quedo con que es un gran tipo porque yo no soy del barrio. Se nota en mi acento que la Alameda no me acuñó", bromea el argentino Sepia. "Es un gran tipo además de ser un músico productor compositor un montón de cosas", recuerda.

Basta con ver su implicación no solo en sus proyectos personales en los que le han acompañado nombres como Iván Ferreiro, su compañero durante años Rubén Pozo, su hermano Juancho, Amaral, Robe, Natalia Lafourcade o Carlos Tarque, pero también en proyectos ajenos como su implicación en los discos de Joaquín Sabina, el último publicado en septiembre de 2025, con quien forma una dupla creativa desde 2017, con el disco Lo niego todo del icónico autor.

El artista, que culminará en España su tour Gigante el próximo 9 de noviembre en Barcelona, pasará a presentar también todas las nuevas canciones que aparecen en el documental, entre ellas ese Hasta que me quede sin voz que le da título, a Latinoamérica. Entre tanto, de cara al próximo año, habrá que ver si esta nueva aventura cinematográfica le hace ganar el que sería su tercer Goya. 

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