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Los avances científicos y arqueológicos desmontan las teorías de construcción de la Gran Muralla China

Los avances científicos y arqueológicos desmontan las teorías de construcción de la Gran Muralla China

Un descubrimiento que puede cambiar la historia.

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Un descubrimiento que puede cambiar la historia.

Gran Muralla ChinaGetty Images

Un hallazgo arqueológico sin precedentes ha puesto en duda la creencia de que la Gran Muralla China fue construida únicamente con fines defensivos. Gracias a nuevas tecnologías y estudios recientes, investigadores han descubierto evidencias que sugieren que este monumento podría haber tenido un propósito mucho más amplio y estratégico de lo que se creía hasta ahora.

Desde hace siglos, la Gran Muralla China ha sido vista como una barrera infranqueable construida para proteger al imperio de invasores nómadas. Sin embargo, un reciente estudio publicado por la Universidad de Cambridge cuestiona esta teoría y sugiere que ciertas secciones de la muralla fueron utilizadas no solo como defensa militar, sino también como un medio de control económico y social.

Según Ok Diario, las investigaciones realizadas en un muro medieval de 737 km de largo, que va desde el norte de China al noreste de Mongolia, revelan estructuras auxiliares que indican un uso más complejo. Según los expertos, esta muralla podría haber servido para la gestión del movimiento de poblaciones nómadas y la protección de recursos fundamentales, como las rutas de comercio y las zonas de pastoreo.

Claves para entender el pasado

Uno de los descubrimientos más reveladores apunta a que la muralla pudo haber sido clave en la protección de la agricultura y la ganadería, actividades esenciales para el crecimiento de la población china en la antigüedad. Estas actividades eran cruciales para la estabilidad del imperio, lo que sugiere que la Gran Muralla no solo servía como escudo ante posibles ataques, sino también como un sistema de regulación territorial y económica.

Los avances en arqueología y el uso de nuevas herramientas tecnológicas han sido fundamentales para descubrir estos nuevos datos. Gracias a estudios con imágenes satelitales y análisis geoespaciales (SIG), los investigadores han podido identificar patrones en la construcción y distribución de las murallas que antes pasaban desapercibidos.

El descubrimiento de que la Gran Muralla China pudo haber desempeñado un papel más allá de la defensa militar reescribe la comprensión de esta maravilla arquitectónica. Su construcción no solo respondía a la necesidad de protección frente a invasores, sino que también formaba parte de una estrategia de control territorial, gestión de recursos y regulación del comercio.

Un hallazgo arqueológico sin precedentes ha puesto en duda la creencia de que la Gran Muralla China fue construida únicamente con fines defensivos. Gracias a nuevas tecnologías y estudios recientes, investigadores han descubierto evidencias que sugieren que este monumento podría haber tenido un propósito mucho más amplio y estratégico de lo que se creía hasta ahora.

Desde hace siglos, la Gran Muralla China ha sido vista como una barrera infranqueable construida para proteger al imperio de invasores nómadas. Sin embargo, un reciente estudio publicado por la Universidad de Cambridge cuestiona esta teoría y sugiere que ciertas secciones de la muralla fueron utilizadas no solo como defensa militar, sino también como un medio de control económico y social.

Según Ok Diario, las investigaciones realizadas en un muro medieval de 737 km de largo, que va desde el norte de China al noreste de Mongolia, revelan estructuras auxiliares que indican un uso más complejo. Según los expertos, esta muralla podría haber servido para la gestión del movimiento de poblaciones nómadas y la protección de recursos fundamentales, como las rutas de comercio y las zonas de pastoreo.

Claves para entender el pasado

Uno de los descubrimientos más reveladores apunta a que la muralla pudo haber sido clave en la protección de la agricultura y la ganadería, actividades esenciales para el crecimiento de la población china en la antigüedad. Estas actividades eran cruciales para la estabilidad del imperio, lo que sugiere que la Gran Muralla no solo servía como escudo ante posibles ataques, sino también como un sistema de regulación territorial y económica.

Los avances en arqueología y el uso de nuevas herramientas tecnológicas han sido fundamentales para descubrir estos nuevos datos. Gracias a estudios con imágenes satelitales y análisis geoespaciales (SIG), los investigadores han podido identificar patrones en la construcción y distribución de las murallas que antes pasaban desapercibidos.

El descubrimiento de que la Gran Muralla China pudo haber desempeñado un papel más allá de la defensa militar reescribe la comprensión de esta maravilla arquitectónica. Su construcción no solo respondía a la necesidad de protección frente a invasores, sino que también formaba parte de una estrategia de control territorial, gestión de recursos y regulación del comercio.

Un hallazgo arqueológico sin precedentes ha puesto en duda la creencia de que la Gran Muralla China fue construida únicamente con fines defensivos. Gracias a nuevas tecnologías y estudios recientes, investigadores han descubierto evidencias que sugieren que este monumento podría haber tenido un propósito mucho más amplio y estratégico de lo que se creía hasta ahora.

Desde hace siglos, la Gran Muralla China ha sido vista como una barrera infranqueable construida para proteger al imperio de invasores nómadas. Sin embargo, un reciente estudio publicado por la Universidad de Cambridge cuestiona esta teoría y sugiere que ciertas secciones de la muralla fueron utilizadas no solo como defensa militar, sino también como un medio de control económico y social.

Según Ok Diario, las investigaciones realizadas en un muro medieval de 737 km de largo, que va desde el norte de China al noreste de Mongolia, revelan estructuras auxiliares que indican un uso más complejo. Según los expertos, esta muralla podría haber servido para la gestión del movimiento de poblaciones nómadas y la protección de recursos fundamentales, como las rutas de comercio y las zonas de pastoreo.

Claves para entender el pasado

Uno de los descubrimientos más reveladores apunta a que la muralla pudo haber sido clave en la protección de la agricultura y la ganadería, actividades esenciales para el crecimiento de la población china en la antigüedad. Estas actividades eran cruciales para la estabilidad del imperio, lo que sugiere que la Gran Muralla no solo servía como escudo ante posibles ataques, sino también como un sistema de regulación territorial y económica.

Los avances en arqueología y el uso de nuevas herramientas tecnológicas han sido fundamentales para descubrir estos nuevos datos. Gracias a estudios con imágenes satelitales y análisis geoespaciales (SIG), los investigadores han podido identificar patrones en la construcción y distribución de las murallas que antes pasaban desapercibidos.

El descubrimiento de que la Gran Muralla China pudo haber desempeñado un papel más allá de la defensa militar reescribe la comprensión de esta maravilla arquitectónica. Su construcción no solo respondía a la necesidad de protección frente a invasores, sino que también formaba parte de una estrategia de control territorial, gestión de recursos y regulación del comercio.

Un hallazgo arqueológico sin precedentes ha puesto en duda la creencia de que la Gran Muralla China fue construida únicamente con fines defensivos. Gracias a nuevas tecnologías y estudios recientes, investigadores han descubierto evidencias que sugieren que este monumento podría haber tenido un propósito mucho más amplio y estratégico de lo que se creía hasta ahora.

Desde hace siglos, la Gran Muralla China ha sido vista como una barrera infranqueable construida para proteger al imperio de invasores nómadas. Sin embargo, un reciente estudio publicado por la Universidad de Cambridge cuestiona esta teoría y sugiere que ciertas secciones de la muralla fueron utilizadas no solo como defensa militar, sino también como un medio de control económico y social.

Según Ok Diario, las investigaciones realizadas en un muro medieval de 737 km de largo, que va desde el norte de China al noreste de Mongolia, revelan estructuras auxiliares que indican un uso más complejo. Según los expertos, esta muralla podría haber servido para la gestión del movimiento de poblaciones nómadas y la protección de recursos fundamentales, como las rutas de comercio y las zonas de pastoreo.

Claves para entender el pasado

Uno de los descubrimientos más reveladores apunta a que la muralla pudo haber sido clave en la protección de la agricultura y la ganadería, actividades esenciales para el crecimiento de la población china en la antigüedad. Estas actividades eran cruciales para la estabilidad del imperio, lo que sugiere que la Gran Muralla no solo servía como escudo ante posibles ataques, sino también como un sistema de regulación territorial y económica.

Los avances en arqueología y el uso de nuevas herramientas tecnológicas han sido fundamentales para descubrir estos nuevos datos. Gracias a estudios con imágenes satelitales y análisis geoespaciales (SIG), los investigadores han podido identificar patrones en la construcción y distribución de las murallas que antes pasaban desapercibidos.

El descubrimiento de que la Gran Muralla China pudo haber desempeñado un papel más allá de la defensa militar reescribe la comprensión de esta maravilla arquitectónica. Su construcción no solo respondía a la necesidad de protección frente a invasores, sino que también formaba parte de una estrategia de control territorial, gestión de recursos y regulación del comercio.

Un hallazgo arqueológico sin precedentes ha puesto en duda la creencia de que la Gran Muralla China fue construida únicamente con fines defensivos. Gracias a nuevas tecnologías y estudios recientes, investigadores han descubierto evidencias que sugieren que este monumento podría haber tenido un propósito mucho más amplio y estratégico de lo que se creía hasta ahora.

Desde hace siglos, la Gran Muralla China ha sido vista como una barrera infranqueable construida para proteger al imperio de invasores nómadas. Sin embargo, un reciente estudio publicado por la Universidad de Cambridge cuestiona esta teoría y sugiere que ciertas secciones de la muralla fueron utilizadas no solo como defensa militar, sino también como un medio de control económico y social.

Según Ok Diario, las investigaciones realizadas en un muro medieval de 737 km de largo, que va desde el norte de China al noreste de Mongolia, revelan estructuras auxiliares que indican un uso más complejo. Según los expertos, esta muralla podría haber servido para la gestión del movimiento de poblaciones nómadas y la protección de recursos fundamentales, como las rutas de comercio y las zonas de pastoreo.

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Uno de los descubrimientos más reveladores apunta a que la muralla pudo haber sido clave en la protección de la agricultura y la ganadería, actividades esenciales para el crecimiento de la población china en la antigüedad. Estas actividades eran cruciales para la estabilidad del imperio, lo que sugiere que la Gran Muralla no solo servía como escudo ante posibles ataques, sino también como un sistema de regulación territorial y económica.

Los avances en arqueología y el uso de nuevas herramientas tecnológicas han sido fundamentales para descubrir estos nuevos datos. Gracias a estudios con imágenes satelitales y análisis geoespaciales (SIG), los investigadores han podido identificar patrones en la construcción y distribución de las murallas que antes pasaban desapercibidos.

El descubrimiento de que la Gran Muralla China pudo haber desempeñado un papel más allá de la defensa militar reescribe la comprensión de esta maravilla arquitectónica. Su construcción no solo respondía a la necesidad de protección frente a invasores, sino que también formaba parte de una estrategia de control territorial, gestión de recursos y regulación del comercio.

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Soy redactora en El HuffPost España, donde te cuento las historias más curiosas y te intento ayudar a encontrar esos detalles que marcan la diferencia en la vida cotidiana.

 

Sobre qué temas escribo

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Mis artículos son un surtido de historias curiosas, viajes, cultura, estilo de vida, naturaleza, ¡y mucho más! Mi objetivo es despertar tu curiosidad y acompañarte con lecturas útiles y entretenidas.

  

Mi trayectoria

Soy madrileña, pero con raíces en Castilla-La Mancha. Estudié Periodismo en la Universidad Ceu San Pablo, aunque siempre digo que mi verdadera escuela ha sido El HuffPost, el lugar donde escribí mis primeras líneas como periodista. Empecé como becaria y ahora colaboro en este medio que me ha visto crecer.


Mi pasión por el periodismo nació en la infancia, cuando dibujaba las portadas de los medios deportivos y soñaba con convertirme en una de aquellas reporteras que veía en la televisión.

 


 

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