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Primero Stephen Colbert..., ahora le toca a Jimmy Kimmel

Primero Stephen Colbert..., ahora le toca a Jimmy Kimmel

El canal estadounidense ABC suspende el programa del humorista tras hacer comentarios sobre el asesinato de Charlie Kirk

El presentador y humorista Jimmy Kimmel en la presentación de la gala de los Oscar.
El presentador y humorista Jimmy Kimmel en la presentación de la gala de los Oscar.REUTERS

La sacudida en la televisión nocturna estadounidense no se detiene. Apenas dos meses después de que el humorista Stephen Colbert desapareciera de la parrilla de CBS, ahora ha sido el canal ABC el que ha decidido retirar "indefinidamente" el late night del cómico Jimmy Kimmel por sus comentarios sobre el asesinato del activista ultra, Charlie Kirk. La cadena, propiedad del grupo Disney, anunció la decisión este miércoles por la noche, en un movimiento que huele tanto a presión política como a cálculo empresarial.

El detonante de la cancelación de Kimmel fueron unas frases del monólogo con el que el humorista abre su programa cada día y que este lunes dedicó a hablar de Charlie Kirk. “La pandilla MAGA se ha dejado la piel intentando retratar a este chaval (Tyler Robinson), que mató a Charlie Kirk, como si no tuviera nada que ver con ellos, mientras trataban de sacar tajada política del asunto", apuntó el cómico con su sarcasmo habitual, al que recurrió de nuevo para burlarse de la reacción del presidente de EEUU, Donald Trump a la muerte del ultraconservador, con la emisión de un vídeo en el que un periodista le preguntaba cómo se encontraba tras el crimen: "Creo que muy bien", para acto seguido lanzarse a hablar de la reforma de un salón de la Casa Blanca. Un material muy jugoso como para no usarlo.

La presión de Nexstar y la FCC

Sin embargo, dos días después del monólogo, los responsables del canal estadounidense han decidido cancelar la emisión del espacio de Kimmel, que sustituirán con otro tipo de contenido. Nexstar Media, un gigante que controla decenas de cadenas locales afiliadas a ABC, anunció en un comunicado que dejaba de emitir el programa: “Nexstar se opone firmemente a los recientes comentarios de Kimmel sobre el asesinato de Charlie Kirk y reemplazará el programa con otra programación en sus mercados afiliados”, aseguraba.

Poco después, el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr (que también participó en la cancelación de Stephen Colbert), entró en escena para acusar al Jimmy Kimmel de "mentir al pueblo estadounidense” sobre el responsable de la muerte de Kirk, sugiriendo incluso que la agencia que dirige podría tomar medidas contra la ABC "por las buenas o por las malas", según recoge The New York Times. 

La dirección del grupo Disney no ha esperado ni a que la FCC diese este paso ni a ver cuál es el desenlace de la amenaza. El consejero delegado de la compañía de Mickey Mouse, Robert A. Iger, así como la responsable del departamento de televisión, Dana Walden, han decidido suspender el late show antes de iniciar la grabación de la edición de esta noche, en la que Kimmel tenía previsto rasponder a la polémica, según fuentes citadas del Times.

Trump, eufórico con la cancelación

Mientras, al otro lado del charco, en plena visita oficial a Reino Unido, el presidente de los EEUU, Donald Trump, no tardó en celebrar desde el castillo de Windsor la cancelación de Jimmy Kimmel: “Buenas noticias para América”, escribió en Truth Social, donde ha dado por hecho que se trata de una cancelación total, cuando solo han suspendido la emisión.  “Kimmel no tiene talento y sus audiencias son peores incluso que las de Colbert, si es que eso es posible", afirmaba el republicano, que no ha perdido la oportunidad para volver a pedir la cabeza de otros presentadores como son Seth Meyers y Jimmy Fallon, a quienes acusó de sesgo mediático y de ser, sencillamente, “unos perdedores”.

La presión no solo ha llegado desde Nexstar. También desde Sinclair Broadcast Group, un coloso de las televisiones locales en Estados Unidos, se sumó a última hora del miércoles a la retirada del programa de Kimmel de su programación, al tiempo que exigía al cómico una disculpa pública, así como una "cuantiosa donación", tanto a la familia de Charlie Kirk como a su grupo político, los Turning Point USA.

El caso Jimmy Kimmel se suma así al de Stephen Colbert, cuyo Late Show desapareció de la parrilla en julio tras más de tres décadas en antena. Oficialmente, la CBS justificó la cancelación por motivos económicos. Extraoficialmente, el runrún en la industria apunta al mismo fenómeno: la voluntad de congraciarse con la Casa Blanca. Colbert y Kimmel, dos de las voces televisivas más críticas con Donald Trump, han caído en menos de dos meses. Dos salidas que dejan tambaleando a un género tan estadounidense como el de los late night, antaño refugio para la sátira política y que ahora sobrevive entre presiones del poder y las exigencias de un negocio como el audiovisual.

Mientras tanto, Jimmy Kimmel —que lleva en la ABC desde 2003, en la que ya ha ganado varios Premios Emmy, experto en generar virales gracias a sus entrevistas y sketches, que ha presentado la ceremonia de los Oscar, ve como una carrera que parecía blindada se va a quedar congelada durante un tiempo. A sus 56 años, el neoyorquino se ha convertido en el protagonista de un debate que ya surgió con la cancelación de Stephen Colbert: ¿es el humor un lujo demasiado caro para la segunda era de Donald Trump en la Casa Blanca?