Un médico murió ahogado por su miedo a derretirse: creía que estaba hecho de mantequilla
Sufría un trastorno delirante.
A lo largo de la historia, la ciencia ha avanzado entre descubrimientos brillantes y errores monumentales. A veces, incluso los profesionales más respetados han sido víctimas de sus propias creencias, obsesiones o manías.
La historia del médico y poeta Gaspar Balaus, que vivió en el siglo XVII, es una de esas anécdotas que parecen sacadas de una novela surrealista, pero que ilustran los límites entre el saber médico, la salud mental y el pensamiento de épocas pasadas.
Gaspar Balaus sufría un trastorno delirante que le hacía creer que su cuerpo estaba compuesto al completo de mantequilla. Esta creencia lo llevó a evitar cualquier fuente de calor, como recordaron en Historias de la historia. Por ejemplo, no se acercaba a chimeneas, lámparas o al sol, por miedo a derretirse. Su obsesión condicionaba cada aspecto de su vida cotidiana.
Murió intentando no derretirse
Según Historiasdelahistoria un día de verano particularmente caluroso, Balaus sintió que el sol era una amenaza inminente para su “integridad física”. En un acto desesperado, buscando mantenerse fresco y evitar su supuesto derretimiento, decidió lanzarse a un pozo de agua, pero lamentablemente murió ahogado.
Aunque su final fue trágico, el caso de Balaus ha pasado a la historia como un ejemplo extremo de cómo los delirios no tratados —en este caso, posiblemente un tipo de trastorno psicótico— pueden acabar con la vida incluso de personas instruidas, como médicos o científicos.