Ni Carlos III, ni Guillermo: los continuos halagos y gestos de Trump hacia Kate Middleton
El presidente de Estados Unidos ha dedicado toda su atención a la princesa de Gales.

La visita de Donald y Melania Trump a Reino Unido sigue trayendo cola. Antes de que pusieran un pie en Londres, fueron recibidos con protestas por la vinculación del presidente en el caso Epstein, en el que también estuvo implicado el príncipe Andrés. Este miércoles, los primeros actos del matrimonio presidencial con la familia real británica también han dejado numerosas imágenes, especialmente en el banquete en Windsor.
Durante la cena, el presidente de Estados Unidos se sentó entre Carlos III y Kate Middleton, mientras que enfrente Melania Trump se situó en medio de la reina Camila y el príncipe Guillermo. La organización de la mesa dio pie a que Trump hiciera evidente su buena sintonía con la princesa de Gales, a la que no dejó de prestar atención durante toda la noche.
A la hora de sentarse, el presidente de Estados Unidos se 'saltó' el protocolo ayudando al personal de Windsor a acercar la silla de Middleton a la mesa y dando la espalda a Carlos III, que estaba al otro lado.
Durante el discurso, el presidente Trump también se deshizo el halagos ante la princesa de Gales, destacando su belleza igual que hizo nada más aterrizar en el castillo de Windsor. "Melania y yo estamos encantados de visitar de nuevo al príncipe Guillermo y de ver a Su Alteza Real la princesa Kate, tan radiante, tan sana, tan hermosa. Es un gran honor", apuntó el mandatario.
La atención y los continuos halagos del presidente no han parecido incomodar a Middleton, todo lo contrario, ya que a juzgar por las imágenes la princesa de Gales ha demostrado tener buena sintonía con el presidente estadounidense.
La futura reina, que rescató la tiara Lover's Knot que perteneció a Diana de Gales, eligió para la ocasión un vestido en marfil y encaje dorado de Phillipa Lepley en un gran despliegue de pompa.
A pesar de que la mayor parte de la atención de Trump se ha dirigido hacia Middleton, Trump también tuvo buenas palabras hacia el príncipe Guillermo y Carlos III. "Su Majestad ha criado a un hijo extraordinario", expresó durante su discurso.
Algunos han visto en estas palabras no solo un gesto de cortesía sino una pulla hacia el príncipe Harry, al que Trump amenazó con deportar después de que revelara en su biografía que había consumido drogas. Además, también es de dominio público la mala relación del mandatario con Meghan Markle, a la que calificó como una "mujer desagradable".
