Estas son las causas y los remedios para el hormigueo en las manos
Esta sensación, tan habitual como incómoda, puede responder a múltiples factores pudiendo llegar a ser un aviso serio de que algo no funciona bien en nuestro organismo.
Se trata de una sensación difícil de describir para cualquiera. El hormigueo en las manos es uno de esos síntomas que pocas veces se sabe a qué se debe o por qué se produce. El 'quedarse dormida' la mano puede tener multitud de causas y también numerosas soluciones y formas de interpretarlos, ya que puede estar alertándonos de un problema mucho mayor.
El hormigueo se presenta como una sensación de entumecimiento o adormecimiento de alguna extremidad del cuerpo, que puede ocurrir también en las extremidades inferiores aunque por norma general se produce en muñecas y manos pero, ¿cuáles son los principales motivos de que esto ocurra?
Por definición, el hormigueo es considerado un trastorno que puede afectar tanto a una como a ambas manos y puede tener diversos motivos como el calor, entumecimiento de las zonas o factores del día a día que puedan condicionar o comprometer de forma severa nuestra salud.
Posibles motivos del hormigueo
Entre ellas se encuentran:
- Estrés, ansiedad, agitación
- Malos hábitos relacionados con las posturas corporales en determinadas situaciones, como a la hora de utilizar el ratón del ordenador o colocar las manos en posiciones antinaturales.
- Artrosis, como consecuencia de un adelgazamiento del cartílago, que es el encargado del correcto funcionamiento de las articulaciones.
- Consumo excesivo de alcohol
- Falta de vitamina B12
En el caso de que el hormigueo se produzca solo en una mano, este puede responder a un problema físico que oculte una posible tendinitis o síndrome del túnel carpiano. Si por el contrario el hormigueo se produce en ambas manos, podría ser un indicador de problemas más serios como cardiovasculares, diabetes, de columna o de cuello uterino en el caso femenino.
Si se produce de forma reiterada mientras el período de gestación, es posible que se trate de un problema de retención de agua o posibles lesiones en nervios sensoriales, llegando, en el peor de los casos, a tratarse de inicios de esclerosis.
Cómo controlar los síntomas y efectos
Como solución y con el objetivo de detectar estas posibles enfermedades y problemas de salud más graves, se pueden llevar a cabo diferentes métodos como el análisis de sangre, con los que se puede mantener el cuerpo bajo control.
Otra forma de control sería un electromiograma, con el que se puede controlar la actividad muscular o también se puede realizar un examen del líquido cefalorraquídeo, que puede detectar los riesgos derivados de una neuropatía periférica.
Por último y en casos más graves se pueden realizar biopsias para descartar si el problema está relacionado con las fibras nerviosas.