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"Esto no es pínchate y olvídate": la ciencia detrás de fármacos contra la obesidad como Ozempic, Wegovy o Mounjaro

"Esto no es pínchate y olvídate": la ciencia detrás de fármacos contra la obesidad como Ozempic, Wegovy o Mounjaro

A pesar de su controvertido uso por parte de rostros conocidos estos medicamentos suponen un punto de inflexión para el tratamiento de enfermedades crónicas como la obesidad o la diabetes. 

Medicamentos como Wegovy, Ozempic y Mounjaro en una farmaciadpa/picture alliance via Getty Images

En el último año, fármacos como Ozempic han pasado de ser un auténtico desconocido a un habitual en las conversaciones de cientos de personas. ¿La razón? La utilización de este medicamento por parte de algunos famosos y personas de alto poder adquisitivo para adelgazar rápidamente hasta el punto de que en algunos países ha llegado a provocar un desabastecimiento de este tipo de fármacos, aprobados científicamente para personas con diabetes u obesidad.

Detrás de los miles de titulares, las imágenes del ‘antes y después’ de muchos rostros conocidos y algunos comentarios frívolos hay mucha ciencia y los expertos insisten en que principios activos como la semaglutida o la tirzepatida, comercializados como Ozempic, Wegovy o Mounjaro, pueden suponer un punto de inflexión para tratar una enfermedad crónica como la obesidad.

“Ha habido una gran confusión y nosotros somos conscientes de ello”, asegura el doctor Cristóbal Morales, responsable Unidad Salud Metabólica, Diabetes y Obesidad Hospital Vithas Sevilla y vocal de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo), sobre la desinformación acerca de qué son estos principios activos, para qué sirven y para qué personas están indicados.

Tal y como explica la endocrina Inka Miñambres, miembro del comité gestor del área de obesidad de la SEEN, la “semaglutida está comercializada para su uso en personas con diabetes tipo 2 y para personas con sobrepeso y otras enfermedades metabólicas asociadas o pacientes con obesidad con o sin enfermedades asociadas” y existe en España desde hace varios años.

¿Qué diferencia hay entre semaglutida y tirzepatida? ¿Cómo funcionan estos principios activos? “La semaglutida es un agonista del receptor del GLP1 (una hormona que contribuye al control de la glucosa) y bajo esa molécula hay dos presentaciones con dos nombres comerciales diferentes. La primera y más mediática es Ozempic, que se lanzó en España en 2019 con la indicación de diabetes tipo 2 y obesidad. Luego tendríamos la liraglutida Saxenda, que se lanzó en 2016, que también es de la misma familia pero de administración diaria. En mayo de este año, se lanza en España Wegovy, que es el mismo compuesto que Ozempic pero que permite dosis más altas que este último”, explica Morales sobre los diferentes nombres comerciales bajo los que se vende en España la semaglutida.

“La semaglutida está comercializada para su uso en personas con diabetes tipo 2 y para personas con sobrepeso y otras enfermedades metabólicas asociadas o pacientes con obesidad con o sin enfermedades asociadas”
Inka Miñambres

“Wegovy también sale con la indicación en España para tratar sobrepeso con un índice de masa corporal por encima del 27% siempre que haya una enfermedad asociada a esa obesidad como hipertensión, prediabetes o apnea del sueño, o bien con un índice de masa corporal por encima del 30% y, lo más importante, con este matiz, siempre acompañado de un estilo de vida saludable”, un añadido que para Morales es muy relevante ya que considera que estos fármacos son una herramienta más para tratar una enfermedad crónica como la obesidad, pero es indispensable llevar una vida más saludable.

El endocrino recuerda que todos estos fármacos “actuarían sobre el receptor de GLP1” y que se llevan desarrollando desde hace 18 años. “Hay mucha experiencia y mucha ciencia”, defiende Morales. Esa investigación fue reconocida por la Fundación Princesa de Asturias el pasado octubre, cuando los científicos que desarrollaron este tipo de fármacos fueron galardonados con el Premio Princesa de Asturias de las Ciencias.

Además de la semaglutida, en julio de este año comenzó a comercializarse en España Mounjaro, cuyo principio activo es la tirzepatida, que va más allá de los fármacos agonistas. “Hay un salto porque entramos en la era de coagonistas o doble agonistas. Este fármaco actúa sobre el receptor GLP1, como la semaglutida, pero la misma molécula también actúa sobre el receptor de GIP”, explica Morales, que señala que en España todavía no está financiado por el Sistema Nacional de Salud y que se ha aprobado como tratamiento para personas con obesidad.

"Con la tirzepatida hay un salto porque entramos en la era de coagonistas o doble agonistas. Este fármaco actúa sobre el receptor GLP1, como la semaglutida, pero la misma molécula también actúa sobre el receptor de GIP"
Cristóbal Morales

Sobre las diferencias entre ambos compuestos, en diciembre la farmacéutica Lilly presentó los resultados del primer ensayo clínico, SURMOUNT-5, que comparaba tirzepatida (Mounjaro) con semaglutida (Wegovy). Según los resultados del estudio, la tirzepatida consiguió una pérdida de peso superior al 47% en comparación con la semaglutida.

“A las 72 semanas, tirzepatida fue superior a semaglutida tanto en los objetivos primarios como en los 5 objetivos secundarios planteados en este estudio clínico con adultos que viven con obesidad o sobrepeso con al menos un problema médico relacionado con el peso y sin diabetes”, explica la nota de presentación del ensayo.

Para Cristóbal Morales, “cuantas más soluciones tengamos mucho mejor, porque van a permitir un tratamiento más personalizado para cada paciente”. El endocrino valora positivamente que farmacéuticas “como Novo Nordisk, Lilly, Pfizer o Roche” estén dedicando grandes partidas de sus presupuestos a la investigación y cree que “el futuro que viene es bastante prometedor”.

Impacto en la salud más allá de la pérdida de peso

A pesar de que estos principios activos se desarrollaron para lograr una pérdida de peso, diferentes ensayos clínicos publicados en los últimos meses demuestran que estos fármacos podrían tener un impacto beneficioso en la salud global. “En los ensayos clínicos se ve claro. Antes se hacían solo para pérdida de peso: cuánto de eficaz eres y cuánto de seguro eres. Ahora estamos avanzando y empezamos a estudiar el impacto que tiene esta herramienta para perder grasa o peso también en las complicaciones de la obesidad, resume Morales.

“Te cuento desde mi experiencia como endocrino durante 21 años. Antes con una persona muy motivada, con seguimiento mensual con nutricionistas, con deporte... conseguíamos pérdidas mantenidas del 5%”, revela Morales, que matiza que a muchos pacientes de obesidad se les hacía muy complicado mantener el peso saludable.

"Más que el número en la balanza es un gran retorno en salud, porque ahí estamos ganando años de vida, de las complicaciones médicas que tiene la obesidad como diabetes, hipertensión, salud cardiovascular, complicaciones mecánicas, artrosis, complicaciones mentales..."
Cristóbal Morales

Las nuevas herramientas han hecho que eso mejore: “Ahora hemos dado un salto de calidad enorme, de potencia, porque con Wegovy superamos la barrera del 15% de pérdida de peso a largo plazo, mientras que con Mounjaro superamos el 20%. Eso más que el número en la balanza es un gran retorno en salud, porque ahí estamos ganando años de vida, de las complicaciones médicas que tiene la obesidad como diabetes, hipertensión, salud cardiovascular, complicaciones mecánicas, artrosis, complicaciones mentales... estamos evitando cáncer”, ejemplifica el endocrino.

En resumen, Morales valora que “el paciente mejora su calidad de vida, su funcionalidad, y también mejora cómo se siente en la esfera mental”. El endocrino confirma que diferentes investigaciones han probado que el tratamiento con estos fármacos mejora la apnea del sueño, el hígado graso, la orteoartritis y la salud cardiovascular, que se analizó ampliamente en el estudio SELECT. “Esta investigación estudia al paciente con eventos cardiovasculares previos y factor de obesidad y ha descubierto que se disminuyen en un 20% los eventos cardiovasculares”, explica.

“Inicialmente se pedía la eficacia para pérdida de peso pero todo lo que se está publicando apunta a que la insuficiencia cardíaca se demuestra mejoría. Lo que subyace en este proceso en la relación entre adiposidad, exceso de grasa y enfermedad cardiovascular es que sea una inflamación crónica, y estos fármacos disminuyen la inflamación de las arterias y esa es una de las hipótesis que tenemos actualmente sobre por qué disminuyen los eventos cardiovasculares. En el estudio SELECT incluso los pacientes que no perdían peso con el fármaco, disminuía el evento cardiovascular”, resume Morales sobre el estudio.

  Un hombre utilizando Ozempic (semaglutida)Getty Images

Además, la doctora Miñambres explica que, “en pacientes con diabetes, además de estos hallazgos, la semaglutida también ha demostrado una mejoría en el pronóstico de la enfermedad renal”.

Contraindicaciones y uso no recomendado de estos fármacos

A medida que este tipo de fármacos se han popularizado, también han aumentado las alertas sobre los efectos secundarios de estos principios activos y las advertencias sobre las consecuencias de utilizarlo de manera no adecuada. Como explica la doctora Miñambres, en el caso de la semaglutida la única contraindicación que se enumera es el “antecedente de hipersensibilidad al principio activo”, además de no permitirse su uso durante el embarazo y la lactancia.

“No obstante, existen poblaciones que disponen de escasos datos como podría ser la insuficiencia hepática grave, enfermedad renal terminal, la diabetes tipo 1 o las edades menores de 12 años o mayores de 85”, explica la endocrina.

"La semaglutida se ha asociado con una mayor incidencia de eventos gastrointestinales como nauseas, diarreas, vómitos, que suelen ser leves y suelen mejorar con el curso del tratamiento"
Inka Miñambres

En relación a los efectos secundarios, propios de cualquier fármaco, Miñambres revela que el principio activo “se ha asociado con una mayor incidencia de eventos gastrointestinales como nauseas, diarreas, vómitos, que suelen ser leves y suelen mejorar con el curso del tratamiento”. Además, la endocrina cuenta que en algunos ensayos se ha establecido “una posible asociación entre el uso de análogos de GLP-1 con un mayor riesgo de pancreatitis”, por lo que recomienda precaución en su uso en pacientes con esta afección.

“Por otro lado, dado que semaglutida regula los niveles de glucosa en sangre, en pacientes tratados con fármacos que den riesgo de hipoglucemias (como la insulina o las sulfonilurieas) deben utilizarse con precaución y valorar si se requiere ajuste tanto de la dosis de insulina como de la de sulfonilureas”, aconseja la doctora.

Cristóbal Morales, por su parte, señala que a medida que se han ido incorporando en el tratamiento de los pacientes con obesidad, los especialistas han ido aprendiendo a utilizarlos y “tienen que ponerse poco a poco”. “La principal advertencia que yo haría es que son fármacos tan potentes que es necesario que lo maneje un equipo multidisciplinar experto en obesidad. Bajo un uso estético, sin gente que no tenga la experiencia o la formación adecuada, pues el paciente puede tener una mala experiencia”, avisa el doctor.

  Inyección de Mounjaro en una imagen de archivoGetty Images

“La obesidad es una enfermedad crónica. Hay que saber mucho de biología, mucho del fármaco, no es para que lo utilice alguien alegremente, ni que se compre por internet. Tiene que ser un equipo multidisciplinar acreditado, que desde Seedo estamos intentando que cada vez haya más unidades acreditadas de obesidad, para que se haga un uso responsable del fármaco y, sabiendo que es una enfermedad crónica, pues acompañando al paciente. Esto no es pínchate y olvídate, eso es un absoluto fracaso”, cuenta Morales sobre cómo debería administrarse y abordarse este tratamiento.

El endocrino defiende que estos fármacos son una buena herramienta para personas con obesidad que, ya sea por predisposición genética o biológica, no han conseguido bajar de peso e introducir hábitos saludables en su rutina. “Es una oportunidad maravillosa para resetear metabólicamente el cerebro, el centro del apetito en el hipotálamo, controlando el hambre cerebral. Es una oportunidad también para controlar el hambre emocional e intestinal. Aprovechar este momento para tener un tratamiento mantenido en el tiempo por un equipo multidisciplinar y saber que es una enfermedad crónica que puede tener una recaída si no incorpora los hábitos saludables”, insiste Morales.

"Una persona que tiene un ligero sobrepeso quizás no necesite acceder a fármacos tan potentes. Esto vamos a dejarlo para gente que tiene obesidad con complicaciones, que tienen una enfermedad y que tenemos que buscar una solución para ayudarles y pedir a la administración que controle y vigile su uso fraudulento"
Cristóbal Morales

“Hay que trabajar para que estos fármacos estén muy regulados, vigilados y que tengan prescripción médica”, asegura el endocrino, que cuenta que en otros países están teniendo problemas de copias que suponen una brecha de seguridad importante “también por un efecto llamada” que invite a más personas a utilizar el medicamento sin necesitarlo.

En este sentido, Morales señala que los estudios solo “demuestran eficacia y seguridad en índices de masa corporal por encima del 27% y son esos estudios los que han permitido la aprobación de estos fármacos”, por lo que no se recomendarían en personas que no cumplieran los parámetros en los que se han testado estos principios activos.

“Una persona que tiene un ligero sobrepeso quizás no necesite acceder a fármacos tan potentes, al menos no en una primera aproximación. Esto vamos a dejarlo para gente que tiene obesidad con complicaciones, que tienen una enfermedad y que tenemos que buscar una solución para ayudarles y pedir a la administración que controle y vigile el uso fraudulento de estos fármacos”, insiste Morales, que recuerda que es importante tratar la obesidad desde una esfera psicológica. “Es una enfermedad con mucho estigma, las personas se sienten mal psicológicamente y esto les puede ayudar”, concluye.

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Uxía Prieto es redactora de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, moda o estilo de vida. Es graduada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela y posteriormente estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo. Puedes contactar con ella escribiendo a: uxia.prieto@huffpost.es