Éxito de un robot al realizar la primera cirugía de cataratas en humanos
Es el futuro de la cirugía ocular.
Un sistema robótico desarrollado en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) ha marcado un antes y un después en la oftalmología al realizar con éxito la primera cirugía de cataratas en pacientes humanos, alcanzando una precisión casi micrométrica. El avance abre una nueva etapa para una de las intervenciones quirúrgicas más comunes del mundo y, al mismo tiempo, una de las más delicadas.
La plataforma, denominada Polaris, fue capaz de operar con una precisión de aproximadamente 50 micras, una exactitud extremadamente difícil de mantener de forma constante por la mano humana. Este nivel de control resulta crucial en cirugías oculares, que se realizan sobre estructuras transparentes y de grosores minúsculos.
Un procedimiento rutinario, pero crítico
Las cataratas, causadas por la opacidad del cristalino, afectan aproximadamente a 94 millones de personas y siguen siendo la principal causa de ceguera a nivel mundial, según la OMS. Se trata de una intervención considerada rutinaria ya que se realizan más de 26 millones de operaciones al año.
Sin embargo, cada movimiento del cirujano debe ejecutarse con absoluta precisión para evitar complicaciones. Es en este contexto donde encaja el trabajo de Horizon Surgical Systems, una empresa surgida de UCLA, que ha liderado el primer estudio clínico con este sistema robótico.
Diez pacientes y cero complicaciones
La primera prueba en humanos se realizó con diez pacientes, todos operados sin complicaciones. Las cirugías fueron llevadas a cabo por los oftalmólogos Uday Devgan y David Lozano Giral, del Instituto Jules Stein de Ojos, mientras que el robot se encargó de las fases más críticas del procedimiento.
Polaris gestionó tareas como las incisiones corneales y la extracción del cristalino opacado. El cirujano, por su parte, trabajaba desde una cabina dentro del quirófano, observando el campo operatorio en monitores 3D con superposiciones digitales y controlando los instrumentos mediante interfaces táctiles. Junto al paciente, los brazos robóticos empleaban microinstrumentos intercambiables para sustituir la lente dañada por una lente artificial transparente, restaurando la visión.
Precisión difícil de igualar
Según el preprint publicado por el equipo, el sistema logró una precisión de 0,053 milímetros respecto al punto de actuación, un margen extraordinariamente pequeño y complejo de reproducir de forma consistente incluso para cirujanos muy experimentados.
Horizon planea seguir perfeccionando la plataforma Polaris, iniciar nuevos ensayos y avanzar en el proceso regulatorio necesario para su futura implantación en quirófanos. Este hito es el resultado de más de diez años de trabajo conjunto entre ingenieros y médicos de la Escuela de Ingeniería Samueli de UCLA y el Instituto Jules Stein de Ojos, con apoyo de financiación federal.