Listas de espera disparadas: ¿es el seguro privado la única solución real?
Mas de 800.000 personas están en lista de espera para una operación y las citas atención primaria se empiezan a demorar más de una semana. Analizamos si la póliza privada es la alternativa real o un parche con letra pequeña (sin punto final).

Cada vez es más habitual que queramos pedir cita con nuestro médico de cabecera y descubramos que no hay hueco hasta dentro de ocho o diez días. Si además necesitamos una consulta con un especialista, por ejemplo, un traumatólogo, por un dolor persistente, podemos encontrarnos con una lista de espera que, de media, supera los cuatro meses.
Esta es la realidad en la que vivimos cientos de miles de personas cada día en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Según el último Barómetro Sanitario, esta situación genera una notable insatisfacción y se ha convertido en uno de los principales problemas que los españoles identifican en la sanidad pública.
Como estos tiempos de espera llevan más de una década al alza, y no parece que vayan a mejorar a corto o medio plazo, la controversia entre sanidad pública y privada ya no es solo una cuestión ideológica, sino una decisión práctica que toman miles de familias. Ante ese colapso de la atención primaria y la demora en especialistas, las ventajas de un seguro de salud privado —principalmente la agilidad y el acceso directo— se perciben como una solución cada vez más atractiva.
Pero ¿es realmente una alternativa para todos? ¿O solo un complemento con una letra pequeña que conviene conocer antes de decidir?
Radiografía de la espera: ¿cuántos días se tarda hoy en la sanidad pública?
Para entender las dimensiones del problema, basta con mirar los datos oficiales. Según el último informe del Sistema de Información sobre Listas de Espera (SISLE) del Ministerio de Sanidad, con datos de junio de 2025, la situación es preocupante:
• Lista de espera quirúrgica: 849.535 pacientes están en lista de espera para una intervención quirúrgica (consideradas no urgentes).
• Tiempo medio de espera: El tiempo medio de espera para operarse se situó en 112 días.
• Por especialidad: Traumatología es la más atascada, con una media de 133 días, seguida de Cirugía Plástica Reparadora o Reconstructiva (143 días) y Neurocirugía (128 días).
• Atención Primaria: El Barómetro Sanitario 2025 revela que el tiempo medio para conseguir una cita en atención primaria supera ya los 8,3 días, cuando los expertos, como Raúl Calvo, del Colegio de Médicos de Guadalajara, han señalado que superar las 48 horas enquista y agrava el problema
Pública vs. privada: la comparativa real de espera
La principal razón para contratar un seguro privado sigue siendo el tiempo. La rapidez con la que se accede a una consulta o a una prueba médica marca la diferencia. Los informes del sector, como el estudio RESA 2025 de la Fundación IDIS, ponen números a esa brecha entre la sanidad pública y la privada.
Los datos son muy reveladores y las diferencias son más que notables:
Servicio sanitaria Tiempo de espera Sanidad Pública / Sanidad Privada
Intervención Quirúrgica 112 días / 15,6 días
Consulta Especialista 60 - 130 días / 11- 20 días
Prueba Diagnóstica 40 - 80 días / 7 - 10 días
Cita Atención Primaria 8,3 días / 2,7 días
Fuentes: Informes SISLE (Ministerio de Sanidad) y RESA 2025 (Fundación IDIS)
Además, como denuncia Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la FADSP, el problema real de la sanidad pública aumenta con lo que él llama las "esperas sumatorias". Es decir, la espera en atención primaria, más la espera con el especialista, más la de las pruebas, más la del quirófano.
La gran promesa del seguro privado: acceso directo al especialista sin pasar por atención primaria
Otra característica, que muchas personas ven como una gran ventaja, es que en las pólizas privada se elimina el filtro de atención primaria. Mientras, en el sistema público, para acudir a un dermatólogo, un ginecólogo o un traumatólogo, es imprescindible ser derivado primero por el médico de cabecera, lo que añade días (o semanas) al proceso.
El caso de Carmen, una lectora de Madrid es un ejemplo claro. Quería pedir cita con un dermatólogo por un lunar que le preocupaba. Primero tuvo que pedir cita con su médico de familia, para lo que espero 3 día. Su doctora, que también considero que debería verla un dermatólogo le hizo el volante. La llamaron para darle la cita a los 2 días y la para la consulta tiene que esperar 97 días. “En total, 102 día de espera sin saber si el lunar que me preocupa es o no un verdadero problema”, comenta.
Un seguro privado permite al paciente solicitar directamente sus citas y acudir al especialista que necesita, agilizando pruebas, diagnósticos y tratamientos. En mi caso, y según los datos que manejamos, si tuviese una póliza de salud podría visitar a un dermatólogo de mi elección en poco más de 18 días.
Sin embargo, a pesar de que en los seguros privados las listas de espera son mucho más rápidas. Debemos fijarnos en más aspectos, más allá del tiempo, antes de decantarnos por contratar una póliza.
El precio "oculto": cuándo te compensa un copago (y cuándo es una ruina)
No todas las pólizas de 40 euros al mes son iguales, como advierte Eva García Sánchez, experta del sector en segurosysalud.es. La diferencia fundamental radica en las coberturas y en el copago: un pequeño importe que se paga cada vez que se usa un servicio (4€ por una consulta, 12€ por una prube, 15€ por una urgencia).
• Seguro con copago: más barato en la prima mensual, lo que tenemos que pagar cada mes. Es ideal para personas que buscan el seguro "por si acaso", para emergencias o para acceder rápido a especialistas de forma puntual.
• Seguro sin copago: más caro en la prima mensual. Es la opción recomendada para familias con niños, personas con seguimiento médico frecuente o cualquiera que prevea usar su seguro de forma habitual.
Evidentemente, esta elección impacta directamente en la cuota y sobre todo si es más de una persona asegura. Al consultar, por ejemplo, el precio de Adeslas, la compañía con más asegurados en España se observa que las pólizas sin copago tienen una prima mensual más alta.
Normalmente el no tener copagos aumente entre un 20% y un 45% el precio del seguro. El caso de Adeslas no es diferente al de otras compañías líderes como Sanitas, Asisa o DKV, por mencionar a las que más asegurados tienen en España.
Por otro lado, aunque las pólizas sin copagos son más caras, pueden salir más rentables a largo plazo si se prevé que vamos a usar mucho nuestro seguro, ya que evitan sustos e imprevistos en la factura.
La “trampa” de las carencias: por qué no puedes operarte el día después de contratar
Aquí empieza uno de los puntos de los contratos por lo que solemos para más de puntillas. Los seguros de salud, incluso los más completos, no son un "todo incluido" desde el primer día. Para evitar que los asegurados contraten los seguros para agilizar los servicios más costosos las aseguradoras aplican periodos de carencia.
Esto significa que hay que esperar un tiempo determinado desde la firma del contrato para poder usar ciertos servicios. Aunque puede variar dependiendo de la compañía, lo habitual es:
• Pruebas diagnósticas complejas (Resonancias, TAC): 3 a 6 meses
• Hospitalización e intervenciones: 6 a 10 meses
• Embarazo y parto: 8 a 10 meses
Las operaciones y el parto sí que se cubren en caso de corra peligro la vida, pero como puedes ver por los tiempos de carencia si quieres dar a luz en un hospital privado no puedes contratar tu seguro estando ya embarazada.
Preexistencias: ¿me cubrirá el seguro si ya estoy enfermo?
Es la pregunta más importante y su respuesta, según advierte FACUA, es clara: no. Si un paciente tiene una enfermedad crónica o una dolencia diagnosticada antes de contratar el seguro la aseguradora no cubrirá los gastos derivados de esa enfermedad.
Por eso se debe rellenar un cuestionario de salud antes de contratar un seguro. Omitir o falsear información puede llevar a que la compañía anule la póliza o se niegue a cubrir el coste del tratamiento en el futuro.
Sin embargo este no rotundo está empezando a cambiar y tener matices, como nos comenta Eva García, experta del sector: “Actualmente ya existen seguros que se pueden contratar con ciertas enfermedades ya diagnosticadas sin que esto nos afecte a nuestro bolsillo. La diabetes, hipertensión o EPOC, todas diagnosticadas en grado 1, ya no son un impedimento en cierto tipo de pólizas”
¿Está llegando la saturación también a la sanidad privada?
A veces sí que se escuchan comentarios o se leen queja sobre que los seguros de salud privados tardan más de lo que a los pacientes les gustaría. Aunque a un ritmo mucho más lento que en la sanidad pública, los tiempos de espera también están aumentando en ciertos sectores de la sanidad privada. La principal razón no es otra que el aumento de las personas que contratan una póliza.
Según datos de la UNESPA actualmente en España hay un total de 12,6 millones de personas con un seguro privado, esto es casi un millón y medio más que hace 4 años.
Ese trasvase de pacientes público-privada está empezando a tensionar también algunos servicios y obligando a las empresas a hacer más inversiones. Algo que en muchas ocasiones se traduce en un aumento del precio de los seguros de salud.
Por ejemplo, en el estudio que antes mencionamos de IDIS, vemos que pruebas como las Mamografía ha pasado de 8,4 días de espera media a 12,1 días. Otras pruebas diagnósticas como el TAC (de 2,9 días a 4,4 días) o la Resonancia magnética (de 5,9 día a 8,1 días) también están notando la mayor demanda en la sanidad privada.
Aunque por ahora siguen siendo tiempos de espera muy inferiores a la sanidad pública. Este hecho evidencia dos hechos.
Por un lado, la población española ha dejado de ver a la sanidad provida como un tema ideológico y cada vez se aprecia más como un tema práctico, más relacionado con la comodidad y en la rapidez del servicio. Esto justifica que más de 1 de cada 4 españoles ya cuenta con algún tipo de póliza de salud.
Por otro lado, empezamos detectar pequeños valores de saturación en la sanidad privada. La realidad es que en nuestro país la sanidad privada nunca fue concebida como un sustituto integral de la pública, por lo que no puede hacerse cargo de grandes volúmenes de pacientes. Además, el número de médicos especialistas es limitado y muchos de ellos atienden en ambos sistemas.
Entonces, ¿merece la pena pagar un seguro de salud a día de hoy?
No podemos decir un “si” o un “no” rotundo. Realmente depende de muchos factores, de nuestras necesidades y sobre todo de si podemos asumir ese gasto extra.
Si que merece la pena si lo que buscamos es un servicio que nos ofrezca diagnósticos y acceso rápido a especialistas. No merece la pena si lo que queremos es una solución a un problema de salud crónico o ya diagnosticado, que quedara excluido del seguro.
La gran curiosidad del sistema de salud español es que por un lado el 26% de las personas tienen un seguro privado, y ese número va en aumento, mientras que conjuntamente el 61,4% de las personas que ya tienen un seguro privado considera que recibiría mejor tratamiento en la sanidad pública en caso de enfermedad grave, según fuentes del Ministerio de Sanidad.
Parece que se trata de un tema con muchas aristas, en donde pagamos impuestos para un sistema público que percibimos de mayor calidad, a la vez que optamos por los seguros privados por su comodidad y rapidez en la atención.
