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Los investigadores apuntan la hora del día a la que es mejor comerse unos huevos

Los investigadores apuntan la hora del día a la que es mejor comerse unos huevos

El hallazgo, publicado en un estudio, ha reabierto el debate sobre si este alimento es un aliado milagroso para perder cintura o un invitado a llevar una vida saludable.

Cartón de huevos marrones en una cocina, uno de ellos cogido con la mano.
Un estudio sugiere que desayunar un huevo ayuda a controlar el hambre y reducir la cintura.Elisa Schu

¿Un huevo es solo un huevo? No exactamente. Los investigadores llevan años insistiendo en que la manera en la que distribuimos los alimentos durante el día condiciona el apetito como nuestro peso y hasta nuestro estado de ánimo. Ahora, un estudio publicado en el International Journal of Obesity vuelve a poner al huevo en el foco: no se trata solo de si lo quieres duro, frito o revuelto, sino de a qué hora te los comes.

La investigación, de la que se ha hecho eco la web Gezondnuha comparado a todas las personas que arrancan su jornada con un desayuno cargado de proteínas frente a los que preferían hacerlo con uno repleto de hidratos rápidos. El resultado ha sido, como mínimo, llamativo: el grupo del huevo logró controlar mejor el hambre, evitar los antojos de media tarde y reducir centímetros en la cintura.

Lo curioso es que el beneficio de desayunar un huevo no tiene nada de mágico y el grupo de investigadores lo explica con un argumento muy sencillo: las proteínas sacian más que los azúcares, estabilizan la glucosa y ayudan a mantener el hambre bajo control. Vamos, que empezar el día con unos huevos es, según este estudio, algo más que una tradición de un hotel de cinco estrellas: es un truco fácil para reducir el riesgo de sufrir ansiedad.

Claro que, como pasa siempre en nutrición, no todo es tan fácil. En Países Bajos la media ronda los 200 huevos al año por persona, según los datos de Wageningen University & Research. El Voedingscentrum, el organismo neerlandés que marca las pautas oficiales de alimentación de los holandeses, los describe como alimentos de un perfil nutricional valioso (proteínas de calidad, vitamina B12, vitamina D, hierro, selenio), pero recuerda que conviene no abusar. Para la mayoría de la gente, dos o tres a la semana bastan. Quienes tienen colesterol alto o problemas cardiovasculares deberían ser más prudentes.

El estudio pone el acento en el desayuno, pero los huevos también pueden tener su momento en otros escenarios. Después del gimnasio aportan aminoácidos que ayudan a la recuperación muscular. Por la noche pueden formar parte de una cena ligera, como una tortilla o una shakshuka, que sacia sin resultar pesada. La clave, insisten los expertos, está en aprovechar esa sensación de saciedad y en mantener el equilibrio de la dieta, no en confiar en que un solo alimento vaya a obrar milagros.

Y ahí entra la moda de la dieta del huevo duro. En redes sociales se presenta como un método exprés para perder peso y este tipo de estudios sirven de munición a sus defensores. Pero la evidencia real es otra. Un huevo puede ayudarte a empezar el día con más control, pero no sustituye al resto de una alimentación equilibrada.

La conclusión es bastante más sencilla y realista. La ciencia señala que el huevo funciona mejor a primera hora de la mañana, aunque el mejor momento para comerse uno, como sabe cualquiera que haya pasado delante de una tortilla jugosa, sigue siendo cuando el cuerpo lo pide.