Siete horas de mesa, 11 botellas de vino y 4.000 euros en bebidas entre cuatro amigos en una despedida de soltero: "Prohibido venir con tacaños"
La cuenta da un miedo tremendo.

El abogado y creador de contenido gastronómico, Alberto De Luna (@alberto_deluna) le ha preparado algo muy especial a su amigo Gabriel como despedida de soltero. La boda de un amigo siempre es una ocasión muy especial, por lo que no ha perdido el tiempo y le ha llevado, junto a otros invitados de la boda, a un restaurante. Pero no uno cualquiera.
Fuera de estrambóticas fiestas, la despedida esta vez ha sido en el Asador Etxebarri, que tiene una estrella Michelin. "Cuando mi mejor amigo Gabriel me dijo que se casaba, supe que la despedida de soltero no podía ser otra cosa que Etxebarri", ha pronunciado en una publicación en Instagram, que ha acumulado más de 3.000 'me gusta'.
"Frente a otras despedidas donde al novio se le disfraza y se le emborracha sin sentido, aquí decimos destinar todo el presupuesto a una comida inolvidable en el restaurante más deseado de España", ha destacado.
4.000 euros en bebidas entre cuatro amigos
Alberto ha publicado el ticket del restaurante y llama la atención lo que ha costado tan solo el maridaje: 4.000 euros, degustando 11 botellas de vino Además, 100 euros solo en caviar y 203,50 por 1,1 bogavantes. Las angulas, que están en peligro de extinción, les ha salido por 400 euros.
El menú degustación fue lo más barato, gastándose 1.120 euros entre los cuatro, por lo que les ha salido a 280 euros por persona. La cuenta total ascendió, finalmente, a 5.829,50 euros.
"Mi consejo: id cuatro personas, mínimo 1.000 euros por barba, y cero tolerancia con acompañantes aburridos, agarrados, tiquismiquis o con 'yo eso no me lo como'", ha defendido el abogado.
Servicio "de los que ya no quedan"
Agradece el servicio prestado, especialmente de Moha, de quien revela que ha sido elegido como Mejor Sumiller del Mundo, por él mismo, además de David y Paul que han manejado "una carta espectacular que hacen llorar de emoción a cualquier extranjero".
"Para cerrar, bajad a las cocinas y saludad a Bittor, el Máximo Dios de la brasa, alguien que ya no cocina para el presente, sino para la historia", ha concluido.
