Además de ahorrarnos tiempo y aumentar nuestra eficacia, el orden a nuestro alrededor, explican los psicólogos, nos puede aportar una cierta tranquilidad, confianza y seguridad. Es decir, el orden es más que una simple necesidad estética y puede tener un impacto positivo en nuestro bienestar interno.

Expertos de la clínica de psiquiatría, psicosomática y psicoterapia de la ciudad de Oberberg explican que este proceso de orden en el exterior puede tener reflejo en nuestros pensamientos, creando una una sensación de estructura y claridad que ayuda a reducir el estrés y a crear un estado de paz.

¿Pero y cómo afecta esta necesidad de orden a las relaciones? De sobra es sabido que las cuestiones de organización y limpieza general conflictos en parejas o compañeros de piso. 

Pero, como advierten los especialistas, cuando esto es motivo continuo de fricciones, hay que analizar más detenidamente la situación. "Las disputas por los calcetines abandonados o por el desorden en la cocina suelen tener su origen en problemas más profundos, como una distribución desequilibrada de las tareas o expectativas diferentes", afirman los psicólogos de esta clínica.