El pueblecito de Granada con un sorprendente fondo marino que esconde una trágica historia de la Armada Española
Un rincón que combina patrimonio histórico con riqueza natural.

España es un país repleto de tesoros naturales y paisajes únicos que merecen ser visitados al menos una vez en la vida. Entre todos sus rincones, Granada se alza como un refugio donde la historia, la cultura y la naturaleza conviven de forma magistral: desde la imponente Alhambra y sus calles cargadas de pasado hasta sus sierras, valles y costas. Un destino que ofrece experiencias tan diversas como enriquecedoras.
Concretamente, al sur de la provincia se esconde La Herradura, una pequeña villa marinera a pocos kilómetros de Almuñécar, en la Costa Tropical de Granada. Hoy el lugar combina playas de arena, acantilados abruptos y fondos marinos de gran riqueza con la memoria de uno de los mayores desastres navales de la historia española: el hundimiento de varias galeras en 1562 que costó miles de vidas.
Como explica National Geographic, el 19 de octubre de 1562, un fuerte temporal provocó que 25 galeras de la Armada Española colisionaran entre sí y naufragaran bajo el reinado de Felipe II y capitaneadas por Juan de Mendoza. Los restos de aquellas naves reposan todavía en el lecho marino y son un testimonio silencioso de aquel suceso. Las estimaciones históricas sitúan en torno a unas 5.000 las personas que perdieron la vida.
Mucho para visitar
A pesar del fatídico incidente, el núcleo es conocido por su trazado marinero de calles estrechas y pendientes, flanqueado por los acantilados del Parque Natural de Maro y el Cerro Gordo. Ese entorno ha convertido a La Herradura en un destino apreciado por quienes buscan sol, mar y senderos costeros. Aquí se ubican edificios tan emblemáticos como la torre vigía de Cerro Gordo o la ermita de San José y Santa Rita.
Asimismo, a lo largo de la costa pueden visitarse vestigios defensivos: el faro de la Punta de la Mona, declarado Bien de Interés Cultural, y el castillo-fortín de La Herradura, mandado levantar en 1764 para proteger la costa ante ataques de piratas y corsarios. El propio fortín acoge hoy el ‘Centro de Interpretación 1562: La Furia del Mar’, donde se contextualiza el trágico suceso de mediados del XVI.
Por si fuera poco, las aguas que bañan la bahía esconden hasta 250 especies marinas, incluyendo algunas protegidas, así como variedades de corales únicas que convierten la zona en un enclave ideal para el submarinismo. Por ello, las escuelas locales ofrecen inmersiones y bautismos que exploran puntos protegidos desde el puerto deportivo de la Marina del Este y otros puntos del litoral que llegan, en algunas zonas, a 50 metros de profundidad.
La confluencia entre patrimonio histórico y riqueza ecológica obliga a combinar la promoción turística con la protección del entorno para la conservación del legado cultural y natural. La Herradura sigue ofreciendo, por tanto, una experiencia doble: la contemplación de paisajes costeros y la inmersión en un pasado que guarda los restos de una de las tragedias más dramáticas de la mar española.
