La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y muchos estarán arrepintiéndose de no haber reservado una pequeña escapada para desconectar y disfrutar de unos días de ocio alejados de la rutina y del estrés del día a día. 

A pesar de que planificar un viaje en estas fechas es lo más recomendable, especialmente para el bolsillo, existen destinos relativamente desconocidos que son perfectos para una escapada improvisada. Es el caso de Mas-Cabardès, un pueblo medieval en el sur de Francia al que se puede llegar en unas tres horas de coche desde Barcelona. 

Se trata de una localidad en la región de Occitania y se encuentra a menos de una hora de su capital, Toulouse, por lo que también es de fácil acceso si se viaja a esta ciudad francesa en avión y se visitan varias localidades. 

Mas-Cabardès forma parte de la conocida como Montaña Negra, un macizo montañoso conocido por sus frondosos bosques de robles, abetos y pinos. La zona forma parte de un complejo de gran valor ecológico y natural ya que en otras partes de la montaña también pueden apreciarse bosques más típicos de Mediterráneo con castaños y olivares. 

En el caso de Mas-Cabardès, destacan especialmente las ruinas del castillo medieval sobre las que se construye el pueblo. Los visitantes podrán disfrutar de varios monumentos de valor arquitectónico como la iglesia de Saint-Etienne, del siglo XVI, en la que se puede apreciar un retablo del siglo XV. 

Además, en las estrechas calles de la localidad todavía se pueden apreciar los vestigios de su pasado con diversos edificios de los siglos XVI y XVII que pueden dar pistas sobre cómo era Mas-Cabardès en un pasado.