Más de 7.000 menores han muerto o sufrido mutilaciones desde 2013, en un conflicto en el que todas las partes muestran "un desprecio flagrante" por los pequeños, según la ONU.
Una renta básica universal, un sistema fiscal justo, un plan especial para la infancia y más mejoras educativas son claves, pero todo empieza por la voluntad política.