El partido de Jean-Luc Mélenchon, ganador en las últimas legislativas, cree que "derribar a Bayrou es derribar a Macron". Por su parte, Marine Le Pen pide que "escuche a la oposición para elaborar un presupuesto razonable y reflexivo".
El Nuevo Frente Popular ha encontrado inspiración lejos, en 1936. Sus componentes han sabido superar sus diferencias y ponerse todos a una, impidiendo que la Agrupación Nacional toque poder. Ahora está por ver si ellos pueden gobernar.
El levantamiento popular frena a la ultraderecha pero deja la Asamblea hecha un sindiós, con tres grupos incapaces de tener mayoría. La batalla contra los radicales se ha ganado, pero queda la guerra: han logrado datos históricos en el parlamento.
Las encuestas decían que los de Le Pen podrían tener la mayoría absoluta de la Asamblea, pero nadie la ha logrado, a tenor de las encuestas. Queda un parlamento muy fraccionado y con una primera fuerza de color diferente a la presidencia.
"Tiene que aplicar su programa y sólo su programa", defiende el líder de La Francia Insumisa, parte del Nuevo Frente Nacional que se ha impuesto en la segunda vuelta de las elecciones legislativas de Francia.
La movilización contra Le Pen da la victoria a la izquierda con 182 escaños en la segunda vuelta de las legislativas. El partido ultra queda en tercera posición con 143 diputados, por detrás incluso de la formación de Macron, que se queda con 168.
Es innegable: la Agrupación Nacional ha ganado por goleada la primera vuelta de las elecciones francesas. Ahora izquierda y centro tratan de que quede un frente único contra ellos en el segundo 'round' del domingo. Lo nunca visto.
Miles de simpatizantes salen a las plazas de toda Francia en apoyo al Nuevo Frente Popular y evitar otra victoria de la Agrupación Nacional en la segunda vuelta.
El presidente Macron adelantó los comicios en un intento de cortocircuitar a los ultras, embravecidos por su victoria en las europeas. Es un órdago en el que pide a sus ciudadanos que se retraten y que puede dibujar un escenario insólito.
Están en juego la gobernabilidad y la estabilidad del país, que puede verse bloqueado por falta de mayorías y sumas o sometido a los nuevos aires de los ultras.
El presidente de Francia aprueba las pensiones por decreto y enciende la calle, con tres millones de manifestantes. Quiere pasar página, pero quizá no pueda.
Parece poco probable que funcionen, pero la alianza de izquierdas y la extrema derecha evidencian las fuertes fricciones que tiene Élisabeth Borne con la oposición.
El Ejecutivo de Macron, sin mayoría absoluta en el Parlamento, podría sufrir una moción de censura si aprueba por la vía rápida el plan de Presupuestos del Gobierno para 2023.
Nacida en Costa de Marfil, organizó una huelga en su hotel, un paro de 22 meses sin precedentes que logró un aumento salarial y mejoras en las condiciones laborales.
El líder del bloque de izquierdas, que ha cosechado buenos datos en las elecciones legislativas, quiere aprovechar la debilidad del liberal, que ha perdido la absoluta.
Su partido ha ganado las legislativas, pero se ha dejado cien diputados. La oposición se ha robustecido y tendrá que negociar. "Ya no es Júpiter, se acabó la hiperpresidencia".