Fujimori pretendía volar para un evento en Madrid; el juez considera que en España no se podrán conocer las actividades de la política, acusada de corrupción.
Siete días después de que Pedro Castillo intentara dar un autogolpe, el caos se asienta en Perú con protestas, violencia, represión policial, muertes y la exigencia de elecciones.
Lanzaron piedras, adoquines y otros objetos a los cuerpos policiales de la Policía Nacional de Perú, que ha intervenido con gases lacrimógenos y practicado detenciones.
La presidenta del Congreso de Perú se habría expresado en términos ofensivos sobre el Gobierno de Castillo. Ahora, un diputado de UP se ve envuelto en la polémica.
La justicia desestima las denuncias presentadas por Fuerza Popular y otorga el triunfo al líder de izquierda por 44.000 votos, casi mes y medio después de las elecciones.
Durante diez años, se dedicó a grabar a empresarios y políticos mientras los sobornada. Ahora reaparece tratando de alterar las elecciones en favor de Keiko Fujimori.
Los organismos internacionales no ven ningún indicio de “irregularidades”, y Human Rights Watch se pregunta “hasta cuándo va a seguir Keiko jugando a ser Trump”.
Con las actas contabilizadas al 100%, Castillo ha sacado 44.000 votos más que su rival, pero el JNE evalúa todavía los pedidos de nulidad presentados por Fujimori.
Keiko Fujimori no acepta la victoria de Pedro Castillo en las elecciones a la presidencia de Perú, y denuncia un dudoso fraude que acrecienta aún más la tensión en el país.
La candidata a la presidencia peruana está acusada de delitos de lavado de activos y organización criminal, por los que la Fiscalía solicita 30 años de cárcel.
Keiko Fujimori señala fraude electoral porque sólo recibió un voto en una mesa cuyos miembros se apellidaban Catacora. Pero ni son familia ni fueron voluntarios.