El martes, Voitto Uusinoka, un joven de 16 años de Lempäälä, se sorprendió al ver un lince salvaje observando tranquilamente a través de la ventana del granero. Sus perros ladraban sin parar, especialmente el chihuahua, que estaba a salvo tras el cristal. El felino, que parecía hambriento, mostró especial interés por el pequeño perro. Uusinoka ya había visto al mismo lince días antes y asegura que el chihuahua sigue pendiente por si vuelve a aparecer.