Los hay en entornos idílicos, junto al mar; en las plazas mayores más emblemáticas de las principales algunas ciudades españolas e incluso en lugares modernos, contrastando sus belenes con un paisaje futurista.
Madrid se viste de gala para recibir la Navidad, y sus mercadillos son el reflejo perfecto de la alegría y la tradición que caracterizan a esta época del año.