milagros

¿Por qué los creyentes mueren peor que los no creyentes?

¿Por qué los creyentes mueren peor que los no creyentes?

De cualquier modo y, dada la escasez actual de milagros, pediría a mis colegas no fundamentalistas que borren del vocabulario la palabra milagro. Expresiones como "haría falta un milagro" o "sería un milagro" no son infrecuentes en boca de un médico al dar malas noticias y tal vez despierten sin quererlo la esperanza infundada que lleve a los creyentes a prolongar su agonía. Evitémoslo.
¡Más conspiraciones, por favor!

¡Más conspiraciones, por favor!

En este mundo tan cartesiano, tan pragmático, tan materialista, las teorías conspirativas son nuestra única ventana a otras realidades posibles, a ficciones de difícil comprobación; un poco de lírica en esta existencia tan prosaica. Nos evocan el mundo misterioso y fascinante de los milagros.