El comandante David Ureta, encargado de la evacuación de civiles desde Afganistán, se duele de que "no ha dado tiempo" a traer a más personas amenazadas.
A gritos y con prendas rojas, los colaboradores afganos se acercan a las tropas españolas, que les ayudan a cruzar a zona segura en una estampa impresionante.
Veteranos de la misión denuncian el "error" de la salida precipitada y claman por ayuda para un pueblo "que sólo quiere prosperidad y calma, como todo el mundo".