Producto Interior Refinado (PIR)
Una vez el ocio y el trabajo se hicieron equivalentes -no sólo en cuanto a fatiga sino en cuanto a gasto-, y habiéndolo ocupado todo, como esas realidades que, paralelas, sólo son creíbles en la ciencia ficción vino a gestarse otro trabajo, lógico e igualmente bien remunerado: destruir empleo.