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De 0 a 200 millones: el coste a las arcas públicas de la Fórmula 1 en Madrid

De 0 a 200 millones: el coste a las arcas públicas de la Fórmula 1 en Madrid

El Ayuntamiento de Madrid acaba de aprobar el Plan Especial para que IFEMA pueda acoger un Gran Premio a partir de 2026. Solo las obras de construcción del circuito costarán al recinto ferial, participado por el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, más de 137 millones de euros.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, con Stefano Domenicale, CEO de Formula One Group.Angel Martinez - Formula 1/Formula 1 via Getty Images

Cuando Ayuso dijo en 2024 aquello de que traer la Fórmula 1 a Madrid "tendrá un coste cero para el erario público" fue difícil no evocar el otro "no va a costar ni un euro a las arcas públicas" que arriesgó en 2009 el entonces secretario general del PP en la Comunidad Valenciana, Ricardo Costa. El deseo megalómano del expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, no es que no costara "ni un euro", sino que los cálculos elevan el coste para el erario en más de 300 millones de euros, acaso para emular los apenas 8 segundos que tarda un Fórmula 1 en pasar de 0 a 300 km/h. El circuito de Valencia, al final, duró menos que los 549 árboles que el Ayuntamiento de Madrid talará para adecuar el entorno del IFEMA, donde, según las previsiones, habrá un Gran Premio de España de la Fórmula 1 a partir de 2026. ¿Pero a coste cero?

Hace unos días, el Ayuntamiento de Madrid, con los únicos votos a favor del PP, aprobó el Plan Especial de Definición de Redes en el recinto del parque ferial Juan Carlos I y su entorno, o lo que es lo mismo, el plan para poder acoger en Madrid el circuito de Fórmula 1. Entre otras cosas, el proyecto incrementa la edificabilidad de los terrenos del actual recinto ferial un 4%, algo que, según IFEMA, "permitirá la utilización" del espacio para la competición al hacer "posible la ampliación de los pabellones 1 y 2, [...] que servirán para albergar los garajes y oficinas técnicas de los equipos de Fórmula 1 y el área VIP del Paddock Club". Esto, por supuesto, tiene un coste, que no es cero, sino 47,5 millones de euros, que asumirá IFEMA, una entidad consorciada y participada por la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid, la Cámara de Comercio e Industria y la Fundación Montemadrid. Lo dice, además, la propia memoria económica del Plan. "Ese Plan Especial se desarrolla con capital propio de IFEMA. [...] Estamos por tanto ante una actuación realizada con capital público y una parte de una fundación sin ánimo de lucro", recoge.

"No regula ninguna obra específica dentro de sus objetos, si bien se estima un coste total de inversión de las futuras obras e instalaciones a proyectar una vez aprobados los objetos del Plan Especial, de 47.551.864 euros", recoge el informe técnico, al que ha tenido acceso El HuffPost. Y, justo después, añade: "Esta actividad no supone gasto para el Ayuntamiento como Administración, aunque sí como participante del Consorcio. El informe concluye que el Ayuntamiento como partícipe del Consorcio sufragará los gastos que le corresponden, quedando supeditados a los Presupuestos Municipales que sean aprobados por la Corporación Municipal". El texto contradice las palabras del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, quien aseguró que el circuito se haría "a través de IFEMA con la premisa de que no hubiera inversión de dinero público". Pero los 47 millones no son el único gasto ya previsto. A esa cifra hay que sumarle 6,2 millones de euros para la dirección de la obra, a cargo de Conurma-Actiinfra. Pero hay más.

El pasado mes de diciembre IFEMA sacó a licitación el contrato para las obras de construcción del circuito por un valor estimado de más de 137 millones de euros y cuyo periodo de solicitudes finaliza el próximo 11 de marzo. Sumado a los 47 millones del Plan Especial y a los 6,2 millones de la dirección de obra, son casi 200 millones de euros los que tendrá que asumir Ifema antes incluso de la celebración del evento. Como participantes del consorcio, por tanto, Ayuntamiento y Comunidad de Madrid tendrán que pagar su parte. Tal y como explican desde Más Madrid, ambas instituciones participan en la sociedad con un 31% cada una. La Cámara de Comercio de Madrid pone otro 31% y la Fundación Montemadrid, un 7%. "Así, un 62% de su financiación — denuncian fuentes de Más Madrid en el Ayuntamiento —corresponde a entidades públicas, aunque dispone de beneficios operativos propios al margen de esta aportación". El problema, aseguran, es que el propio Ayuntamiento reconoce que al menos durante los dos primeros años IFEMA perderá dinero y, "de acuerdo con la Disposición Adicional 14 de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local (LRSAL), el modelo de gestión de IFEMA no tiene capacidad legal para asumir pérdidas en dos ejercicios consecutivos". "En caso de incurrir en pérdidas, dejaría de regirse por sus propios Estatutos, adscribiéndose a su Administración de referencia, la Comunidad de Madrid, y dificultando sensiblemente su funcionamiento ordinario. Si esto ocurriera, sería la muerte del Consorcio, porque nuestra sospecha es que el PP quiere privatizar la gestión de IFEMA”, denuncian desde Más Madrid.

Antes de que IFEMA asumiera toda esta inversión, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid tenían la intención de encontrar un socio privado que lo hiciera, a cambio de llevarse una buena parte de los beneficios. Pero no encontraron ninguno que se fiara del todo. "Es verdad que sacamos el contrato de gestión y debido básicamente a la cantidad de cláusulas adicionales que pusimos no hemos encontrado a la empresa que quiera inicialmente la transmisión de ese riesgo. Se ha constatado la inexistencia de socios cualificados en disposición de asumir las estrictas exigencias, por lo que finalmente se ha optado por deslindar las prestaciones necesarias para albergar el gran premio", dijo durante el pleno del 24 de septiembre de 2024 la concejala de Economía, Innovación y Hacienda del Ayuntamiento madrileño, Engracia Hidalgo. En su opinión, los beneficios futuros compensarán cualquier pérdida durante los primeros años.

Pero sí, hay más. A los 200 millones hay que sumarle el canon a Liberty Media, la compañía propietaria de la Fórmula 1. ¿Qué es eso del canon? Básicamente, las ciudades que quieran albergar un Gran Premio, tienen que comprarlo. Es decir, si quieres que la Fórmula 1 tenga a tu ciudad en el calendario, tienes que pagar una cantidad anual a Liberty Media. Y Madrid se la pagará hasta 2035. ¿Cuánto? Se desconoce. En aquel pleno del Ayuntamiento de septiembre, Engracia Hidalgo confirmó que el Consistorio tiene un contrato “como promotor con la FOM [Formula One Group, cuya propietaria es Liberty Media] y titular de los derechos de organización”. El contrato, aseguró, "está protegido por estrictas cláusulas de confidencialidad". Sí se sabe, por ejemplo, que Barcelona tenía que pagar 26 millones de euros por acoger el Gran Premio de España en Montmeló. Arabia Saudí y Catar pagan el canon más elevado, 55 millones de euros. Madrid podría tener que afrontar entre 260 y 550 millones de euros al haber firmado por diez años.

Hace unos meses, elplural.com se puso en contacto con el expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps. Aunque no se atrevió a aconsejar a Almeida ni a Ayuso, sí les trasladó todo su apoyo. "Lo van a hacer fenomenal", dijo.

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Me llamó Héctor Juanatey, aunque como dice Xoan Tallón, eso no importa, todo el mundo tiene un nombre. Me gusta escribir y contar cosas. En El HuffPost escribo de política, y como política lo es todo, decirles esto es como decir todo y decir nada.

 

Sobre qué temas escribo

En El HuffPost escribo, como ya les dije, de política, que es todo. Si quisieran entrar más en detalle, les cuento: por gustar, me gusta escribir de todo aquello que me preocupa dentro y fuera de la redacción. En los últimos años, por ejemplo, he estado investigando el ascenso de la extrema derecha, una suerte de virus invisible que crece cada día más. Un crecimiento, sin embargo, que también tiene responsables, y en ellos me gusta fijarme, ya sea Elon Musk, Mark Zuckerberg o influencers de ultraderecha con cada vez más adeptos. Pero también la política es causa de la desafección de la que beben los ultras. De ahí que no haya que olvidarse nunca de temas fundamentales como la vivienda; en definitiva, de las condiciones materiales de la ciudadanía. Por ese motivo, también, y desde la cobertura que hice para Público durante el 15M en la Puerta del Sol, en Madrid, he centrado gran parte de mi trabajo en las diferentes reivindicaciones de la movilización social. Sospechen siempre de aquellos periodistas que acostumbran a agobiar con la cantinela de la objetividad. Al final, solo buscan desprestigiar el sentido mismo de la profesión.

 

Mi trayectoria

Pese a todas las advertencias, desde que me decanté por estudiar periodismo (Licenciatura y Máster en Periodismo de Investigación), a excepción de un parón en el que trabajé en discurso y comunicación política, he tenido la suerte de dedicarme a escribir. Empecé en La Voz de Galicia y, tras dejar la terruña (Galicia) y mudarme a la capital en busca de oportunidades laborales, pasé por Público, La Sexta, fui redactor fundacional de eldiario.es, y he escrito para un buen número de medios como Praza.com, la revista Luzes, Playground Magazine, La Marea, Vanity Fair o CTXT. En una ocasión estuve en el campamento de refugiados de Dajla, en el Sahara, y de allí me traje unas breves anotaciones que fueron publicadas como libro, ‘Dajla. Apuntes desde o Sahara’, editado por Praza. En otra, entrevisté a Txema Guijarro, una de las personas que trabajó en el asilo de Julian Assange y Edward Snowden, y esos diálogos se transformaron también en libro, ‘El analista. Un espía accidental en los casos Assange y Snowden’, de Libros del KO. En otro lapso de tiempo, creé junto a los cómicos Facu Díaz y Miguel Maldonado un programa de humor, La Tuerka News, porque tengan claro que sin risas nos vamos a la m*****.

 


 

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