El Gobierno aprueba la reforma de las leyes de Dependencia y Discapacidad
Ahora tendrá que ratificarla el Congreso. En el Consejo de Ministros se aprueba también, a petición del Ministerio de Derechos Sociales, el reparto de 800 millones entre las autonomías para financiar el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD).
El Gobierno ha aprobado en el Consejo de Ministros celebrado este martes el proyecto de ley para reformar las leyes de Dependencia y Discapacidad, "un paso decisivo para construir un sistema de cuidados público y de calidad que promoverá el derecho universal al bienestar, a la vida independiente y la autonomía personal", según ha declarado el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy.
La nueva norma, que ahora tendrá que ser aprobada en el Congreso, ampliará el catálogo de servicios y prestaciones para las personas tanto en situación de dependencia como para las que tienen una discapacidad. Además, la reforma revertirá "dos recortes importantes" de la década anterior. El nuevo texto, explican desde el Ministerio, suprimirá el régimen de incompatibilidades en las prestaciones de la dependencia que se introdujo en el año 2012 y eliminará el plazo suspensivo máximo de dos años en las prestaciones económicas para cuidados en el entorno familiar.
Entre los nuevos servicios que se suman en el catálogo y prestaciones están los cuidados y apoyos en viviendas compartidas (también nuevos modelos de convivencia colaborativa), productos de apoyo que mejoren la autonomía como sillas de ruedas eléctricas, andadores, camas articuladas o asistentes de voz, y servicios de asistencia personal para aquellas personas que lo deseen y tengan mayores necesidades de apoyo. Por otro lado, se extenderá la prestación económica para cuidados familiares hasta el último día del mes y se ampliará la prestación económica para cuidados en el entorno familiar. Asimismo, una persona en situación de dependencia en grado II o III podrá recibir una prestación transitoria o un servicio transitorio que se adapte a su voluntad, deseos y circunstancias cuando no pueda acceder de inmediato al recurso que ha solicitado y que le corresponde por grado.
La reforma prevé también una extensión del servicio de ayuda en el domicilio y la asistencia personal como un servicio más del Sistema. Se reconocerá además la teleasistencia como un derecho universal, es decir, todas las personas en situación de dependencia podrán acceder a él con independencia del territorio en el que residan.
Otra novedad que incluye el texto es la consideración de los centros de día como un servicio de proximidad fundamental para la permanencia de las personas en su domicilio y la garantía de una atención sanitaria sea cual sea el lugar en el que se viva. Para todo ello, la norma contiene medidas destinadas a agilizar y acelerar los procesos administrativos vinculados a la dependencia y la discapacidad.
Por otra parte, y entre muchas otras cosas, la reforma del SAAD incorpora "una novedad clave" para avanzar en la autonomía de las personas con discapacidad y fomentar su inserción laboral. A partir de ahora será posible compatibilizar el acceso al empleo con los servicios y prestaciones del sistema.
Según Pablo Bustinduy, con estas modificaciones, el Gobierno "está transformando el Sistema de la Dependencia acometiendo las reformas necesarias para adaptarlo a los desafíos del presente y del futuro, con más prestaciones y servicios, nuevos derechos reconocidos, menos burocracia y más tecnología al servicio del bienestar de las personas". El ministro ha aclarado, además, que la reforma "es necesaria" para actuar ante el reto demográfico al que se enfrenta España, cuando el número de personas mayores se multiplique y aumente, así, el número de personas en situación de dependencia.