El permanente estado de alerta en el centro de menores de Hortaleza: una granada, intentos de asalto, protestas...
Unos encapuchados agredieron este lunes a dos de los residentes en respuesta a la denuncia por violación de una menor dos días antes. Los menores están indignados por la situación de hacinamiento en la que se encuentran dentro del recinto y por ser "carnaza" para los políticos. Hoy, Vox ha decidido protestar ante las instalaciones.

Vox ha convocado para este martes una declaración a los medios de sus dirigentes Isabel Pérez Moñino, portavoz de VOX en la Asamblea de Madrid, y Rocío de Meer, diputada por Almería. El lugar para este 'canutazo' es, una vez más, los alrededores del centro de acogida de menores migrantes del barrio madrileño de Hortaleza, justo después de que este sábado se denunciara una violación a una niña de 14 años por parte de uno de los residentes de este espacio bajo gestión de la Comunidad de Madrid. Además de hablar a la prensa, Pérez Moñino y de Meer quieren "acompañar a los españoles que quieran protestar" también frente a este centro "por las políticas migratorias del bipartidismo, que están sometiendo a cada vez más mujeres a este tipo de sucesos".
No es la primera vez que Vox pone en su diana este centro de acogida. La formación de Abascal ya ha citado a los medios allí hasta en cuatro ocasiones anteriores, la última el pasado mes de julio. En todas ellas, con el objeto de criticar la política migratoria del Gobierno y la supuesta "connivencia" del gobierno de Ayuso en la acogida de estos menores migrantes.
No es casualidad. Con el independentismo catalán en fase de hibernación, Vox sabe que su otro gran 'caladero' para conseguir votos está, precisamente, en mostrar una posición clara y determinante en contra de la inmigración. De ahí que propusieran hace dos meses la deportación de millones de ellos que residen actualmente en España o que apoyaran los incidentes en localidades como Torre Pacheco (Murcia) tras la agresión a un anciano.

El centro de acogida de Hortaleza es un problema enquistado y muy politizado. En 1986, la Comunidad de Madrid se hizo cargo de este lugar gestionado hasta entonces por una orden religiosa que cobijaba a niños abandonados. Con el paso del tiempo, el centro se acabó convirtiendo en un lugar de alojamiento para menores de entre 15 y 18 años enviados por la policía, la Fiscalía de Menores o los servicios sociales. Muchos de los vecinos del barrio no quieren que siga abierto, mientras la Comunidad tensa su capacidad al límite. En 2024, había más de un centenar de residentes cuando su 'aforo' es de 35. Seis años antes, el hacimiento llegó al 338%.
La oposición ha denunciado en estos últimos años la situación de "abandono" del centro. “130 chicos/as en un centro de acogida de 35 plazas. 5 turnos para comer. Sin ropa limpia y con la sarna arrasando. La última ha sido plantar el patio de inodoros. Para que en lugar de jugar soporten una peste. Esto es Ayuso”, escribía en X la diputada del PSOE, Lorena Morales
El lugar está también permanentemente en situación de alarma. Ayer mismo, en respuesta a la violación que se denunció el sábado, dos encapuchados asaltaron y golpeado a tres menores en las inmediaciones del centro. De momento, no se han registrado detenciones por este suceso.
Pero no es una excepción. En diciembre de 2019, se lanzó una granada contra el centro. Además, se ha intentado asaltar en diferentes ocasiones y grupos de extrema derecha han solicitado de forma reiterada manifestarse ante sus puertas. Vox también propuso en el pasado que a los menores se les impidiera sentarse en las paradas de autobús cercanas, atribuyendo a su presencia una mayor sensación de inseguridad. Mientras, en su interior, los trabajadores denuncian el fuerte clima de tensión entre magrebíes y subsaharianos.
En julio de 2024, la Fiscalía abrió expediente gubernativo para estudiar la situación del centro tras una denuncia de Comisiones Obreras (CCOO). "Hay más de un 60% de las bajas laborales", criticaban. Cinco años antes, la propia Fiscalía ya aseguraba que "educar" en este centro "era inviable" y no había una atención "de calidad". De ahí que pidiera una "solución de calado" que nunca llegó.
Los menores están, por su parte, indignados por la situación en la que se encuentran dentro de las instalaciones y por ser "carnaza" para los políticos y también los medios de comunicación, acentuando unos "discursos de odio" que les dejan en una situación vulnerable.
El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, ha pedido en las últimas horas dejar de instrumentalizar situaciones como la violación denunciada el sábado para sacar "rédito político". Pero muchos hicieron caso omiso a su petición. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, acusó Pedro Sánchez de "multiplicar" la llegada de jóvenes migrantes cada vez "más agresivos" y "en peores condiciones". Mientras, el líder de Vox, Santiago Abascal, aseguró que la menor violada es "víctima" de las políticas migratorias de Pedro Sánchez y del bipartidismo.
