Las familias de Madrid, las que más dinero gastan en clases particulares de España

Las familias de Madrid, las que más dinero gastan en clases particulares de España

Casi dos terceras partes del gasto total de las familias españolas en clases particulares tiene lugar entre los alumnos de la red pública

Estudiantes de un colegio madrileño en la primera jornada de vuelta a las aulas.Marta Fernandez Jara/Europa Press

La Comunidad de Madrid, seguida de Cataluña y la Comunidad Valenciana, lidera el gasto en clases particulares, mientras que las familias de Castilla-La Mancha son las que menos invierten por este concepto. Así lo refleja el estudio del Centro de Políticas Económicas de Esade, publicado hoy sobre el mercado de las clases particulares en España, que mueve 1.700 millones de euros anuales y cuyo gasto medio por alumno se eleva a 270 euros.

En la cola del gasto medio por alumno, se encuentra Castilla-La Mancha y, a cierta distancia, Andalucía y Castilla y León, donde la inversión en clases de recuperación y refuerzo ocupa un lugar más prominente dentro del gasto total, algo que también ocurre en Cataluña.

En la otra punta de la distribución se encuentra Madrid, con un gasto de 350 euros por alumno, seguido de Cataluña y Valencia, con un gasto casi similar en torno a los 290 euros. Excepto Madrid, que destaca por arriba, y Castilla-La Mancha y Andalucía, que lo hacen por abajo, las demás comunidades se encuentran muy cerca de la cifra media de gasto por alumno en el conjunto de España: 270 euros.

El gasto en Madrid no sólo es el mayor con diferencia, sino que, además, se trata de la región con un menor porcentaje de gasto en clases de las materias curriculares centrales y que presenta un mayor porcentaje en clases de idiomas, en ambos casos con una diferencia más que considerable sobre las demás. Después de Madrid, el gasto en clases particulares de idiomas tiene un mayor peso proporcional en el País Vasco y en Valencia.

En definitiva, "hay una relación entre riqueza de la comunidad autónoma y gasto por estudiante, y una relación también positiva, aunque no tan perfecta (Cataluña es una importante excepción), entre un mayor gasto medio por estudiante y una mayor proporción del gasto dedicado a clases de idiomas", explica el estudio, que no incluye a todas las Comunidades Autónomas por una cuestión de tamaño muestral.

Sin embargo, añade, la imagen que se obtiene viendo la comparativa por comunidades del porcentaje de estudiantes que recibe clases privadas es sustancialmente diferente. En este caso, es el País Vasco quien presenta un mayor porcentaje de participación, y es precisamente Madrid, la comunidad con un mayor gasto medio por estudiante, la que se sitúa a la cola en cuanto a tasa de participación, superando apenas el 40 por ciento.

Estos resultados, aparentemente contradictorios, pueden entenderse si el gasto en clases particulares dentro en Madrid estuviera muy desigualmente distribuido, con una minoría de alumnos concentrando gran parte del gasto, lo que explicaría la diferencia entre gasto medio y porcentaje de estudiantes usuarios. "Es precisamente lo que se encuentra al analizar la concentración del gasto por estudiante por CCAA y "cabe pensar que el precio de las clases particulares sea mayor en Madrid que en la mayor parte de las comunidades, lo que también contribuiría a explicar estos datos". En resumen, la desigualdad en el reparto del gasto, motivada en parte por el precio “por unidad” de gasto, estaría marcando la diferencia, explica el estudio de Esade.

De refuerzo en la pública y perfeccionamiento en la privada

El mismo estudio del Centro de Políticas Económicas de Esade establece que casi dos terceras partes del gasto total en clases particulares que se hace en España tiene lugar entre alumnos de la red pública, cuyas familias optan sobre todo por reforzar las materias del currículo para prevenir la repetición de curso, frente a los hogares más pudientes que invierten para ampliar y perfeccionar el conocimiento.

El informe concluye que en el curso 2019/2020, la cifra de alumnos que tomó clases particualres fue del 47 %: un 46,5 % en la red pública y un 50,1 % en la concertada, con un volumen muy alto en la ESO y Bachillerato (más del 60%). "Son cifras que se acercan ya a las de los países asiáticos que hasta ahora veíamos muy lejanas", explican los autores del estudio, el catedrático Juan Manuel Moreno, de la UNED, y el economista e investigador de Esade, Ángel Martínez.

Pese a una desigualdad "muy visible" entre hogares con menores y mayores ingresos, el porcentaje de estudiantes recibiendo clases particulares es muy considerable en todas las familias con hijos en edad escolar, con un suelo del 30 % en las de menos recursos y un techo superior al 60 % en las de más.

De la fusión de los datos de la Encuesta de Gasto de los Hogares en Educación y de la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, el informe concluye que la crisis de la pandemia y de la pospandemia ha ralentizado la expansión de este tipo de clases.

Uno de los temas de mayor interés en el análisis del mercado de Educación en la Sombra es saber qué materias o qué tipo de clases son las que concentran mayor inversión, "quizá el mejor indicador de lo que las familias perciben como más relevante, ya sea porque creen que la escuela no le dedica el tiempo suficiente o porque se trata de las materias donde hay más dificultades y riesgos de fracaso".

En definitiva, si la prioridad tiende más a clases de refuerzo y recuperación para estudiantes rezagados o hacia clases de ampliación y enriquecimiento, en principio para los más destacados. La tendencia global es que las clases particulares están creciendo sobre todo por el lado de ampliar y perfeccionar, tanto en Europa, incluida España, como especialmente en Asia.

Así, en nuestro país dos de cada tres euros gastados van para ampliar conocimiento y uno para reforzar. Son los idiomas los que, por encima de las de otras materias, concentran la mayor parte del gasto: casi la mitad del total (46% y 764 millones de euros en total); siguen las clases sobre materias curriculares centrales, que suponen un 35% del total (y 587 millones) y las de arte, más del 16% (y 272 millones).

Patrones de gasto por titularidad de centro

En términos absolutos, casi dos terceras partes del gasto total en clases particulares tiene lugar entre los estudiantes de la pública, mientras que la tercera parte restante se reparte entre la concertada.

Sin embargo, cuando se compara el gasto medio por estudiante, el de la red privada –606 euros- es casi tres veces superior al de la pública –235 euros- y el de la concertada –300 euros- supera a éste en aproximadamente un 30 %.

Además de esto último, la diferencia más notable en los patrones de gasto por tipo de centro está en la proporción que se dedica a las clases de las materias del currículum escolar -de recuperación y refuerzo-: mientras que es prácticamente inexistente entre los alumnos de la privada, alcanza un 30 % en la concertada, y algo más del 40 % en la pública.

Por otra parte, el alto gasto en clases de idiomas es el rasgo común más visible entre los alumnos de las tres redes, si bien dicho gasto es el mayoritario en concertada y privada, pero no en la pública, donde el gasto sobre las materias centrales del currículum escolar es algo superior al de los idiomas, algo que "probablemente se explica por la diferente composición de su alumnado, en términos de la capacidad económica de sus hogares".

En la red privada, sin embargo, ese gasto es residual, y son los idiomas la categoría que se lleva casi 80 % del gasto. "Es una prueba más de que los hogares más pudientes tienden a invertir más en clases de ampliación para incrementar la oportunidad de aprender de sus hijos, mientras que los hogares con menos recursos concentran el esfuerzo de gasto en clases para recuperar o reforzar, y así prevenir y combatir la repetición de curso", añade.

Las clases particulares siguen siendo una inversión que distingue a los hogares más ricos, pero se ha extendido con fuerza en las familias de la parte más baja de la distribución de gasto. Esto es así a pesar de la presencia cada vez más visible de clases de refuerzo gratis ofrecidas desde los propios centros escolares, el tercer sector o las administraciones locales, un factor que se espera cobrará más fuerza en el futuro.