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Feijóo abandona a Mazón y evita respaldar su gestión al frente de la crisis de la DANA
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Feijóo abandona a Mazón y evita respaldar su gestión al frente de la crisis de la DANA

En apenas cuatro días, el líder del PP y el presidente valenciano varían de forma radical sus posiciones.

Héctor Juanatey
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo (d), y el president de la Generalitat, Carlos Mazón.EFE/KAI FOSTERLING

A veces la política es una cosa fascinante, como una especie de prisma en el que sus personajes cambian en función de por dónde pegue el sol. O por dónde golpee la lluvia. En cuestión de días, Alberto Núñez Feijóo ha echado de menos al Carlos Mazón de hace eso, cuatro días, mientras que Mazón ha echado en falta al Feijóo que el pasado miércoles llegó a Valencia con ganas de golpear al Gobierno.

Hoy, pese a la incongruencia, Feijóo se ha convertido en Mazón y viceversa. Si el 30 de octubre era el líder del PP quien señalaba al Gobierno y el presidente valenciano el que apaciguaba los ánimos, este lunes las tornas han cambiado. Mientras Mazón se ha levantado con ganas de culpar a la UME de todos los males, ha sido Feijóo quien ha buscado encajarse en una suerte de calma tensa, para todos menos para Mazón. Porque el líder del PP quiere que el Gobierno decrete el estado de emergencia, que de facto supone quitarle al mando a su presidente autonómico. Es decir, Feijóo cree que Marlaska podría dirigir mejor el desastre que su líder regional.

Es cierto que, si bien este lunes Feijóo ha querido darle un toque de solicitud oficial aquello de la emergencia nacional, en el PP llevan tiempo deslizando la idea de que sea el Gobierno quien se haga cargo de todo. Desde luego, en ningún momento se han pronunciado sobre la gestión de Carlos Mazón. Si los silencios hablaran, que lo hacen, es evidente que Feijóo no solo lo ha abandonado, sino que pide a gritos que sea Pedro Sánchez quien se cobre la amortización.

Mientras uno, Mazón, implanta un modelo de trabajo con los Ministerios arrimando el hombro, pero a su cargo; el otro, Feijóo, pide justo lo contrario, que sea el Ministerio del Interior quien se ponga al mando con la Generalitat a su cargo. Colaboración, sí, pero en sentidos totalmente opuestos.

Y mientras, en el Gobierno de Mazón prefieren no entrar. “En la Generalitat no estamos en la burocracia ni en los debates de competencias o de declaraciones que le corresponden al Gobierno. Estamos en el trabajo diario, las ayudas y la mejor coordinación de todos”, apuntan fuentes de la Generalitat valenciana a la petición de comentarios por parte de El HuffPost.

Pese a las declaraciones cruzadas, lo que resulta obvio es que la comunicación entre Mazón y Feijóo es del todo inexistente. Si el Partido Popular está deseando que la Generalitat abandone el puesto de mando, lo suyo sería que su presidente solicitase la declaración de emergencia de interés nacional, una medida que solo puede declarar el ministro del Interior por iniciativa propia o a instancia de las autonomías o de sus delegados de Gobierno. De cara al público, al menos, Feijóo solo se lo pide a Marlaska.

Héctor Juanatey
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Me llamó Héctor Juanatey, aunque como dice Xoan Tallón, eso no importa, todo el mundo tiene un nombre. Me gusta escribir y contar cosas. En El HuffPost escribo de política, y como política lo es todo, decirles esto es como decir todo y decir nada.

 

Sobre qué temas escribo

En El HuffPost escribo, como ya les dije, de política, que es todo. Si quisieran entrar más en detalle, les cuento: por gustar, me gusta escribir de todo aquello que me preocupa dentro y fuera de la redacción. En los últimos años, por ejemplo, he estado investigando el ascenso de la extrema derecha, una suerte de virus invisible que crece cada día más. Un crecimiento, sin embargo, que también tiene responsables, y en ellos me gusta fijarme, ya sea Elon Musk, Mark Zuckerberg o influencers de ultraderecha con cada vez más adeptos. Pero también la política es causa de la desafección de la que beben los ultras. De ahí que no haya que olvidarse nunca de temas fundamentales como la vivienda; en definitiva, de las condiciones materiales de la ciudadanía. Por ese motivo, también, y desde la cobertura que hice para Público durante el 15M en la Puerta del Sol, en Madrid, he centrado gran parte de mi trabajo en las diferentes reivindicaciones de la movilización social. Sospechen siempre de aquellos periodistas que acostumbran a agobiar con la cantinela de la objetividad. Al final, solo buscan desprestigiar el sentido mismo de la profesión.

 

Mi trayectoria

Pese a todas las advertencias, desde que me decanté por estudiar periodismo (Licenciatura y Máster en Periodismo de Investigación), a excepción de un parón en el que trabajé en discurso y comunicación política, he tenido la suerte de dedicarme a escribir. Empecé en La Voz de Galicia y, tras dejar la terruña (Galicia) y mudarme a la capital en busca de oportunidades laborales, pasé por Público, La Sexta, fui redactor fundacional de eldiario.es, y he escrito para un buen número de medios como Praza.com, la revista Luzes, Playground Magazine, La Marea, Vanity Fair o CTXT. En una ocasión estuve en el campamento de refugiados de Dajla, en el Sahara, y de allí me traje unas breves anotaciones que fueron publicadas como libro, ‘Dajla. Apuntes desde o Sahara’, editado por Praza. En otra, entrevisté a Txema Guijarro, una de las personas que trabajó en el asilo de Julian Assange y Edward Snowden, y esos diálogos se transformaron también en libro, ‘El analista. Un espía accidental en los casos Assange y Snowden’, de Libros del KO. En otro lapso de tiempo, creé junto a los cómicos Facu Díaz y Miguel Maldonado un programa de humor, La Tuerka News, porque tengan claro que sin risas nos vamos a la m*****.

 

 

Cómo contactar conmigo:

Podéis escribirme a hjuanatey@huffpost.es. Se aceptan insultos, siempre y cuando tengan cierta gracia. Estoy en X/Twitter (@hectorjuanatey), Bluesky, (@hectorjuanatey.bsky.social), Instagram (@hectorjuanatey) y TikTok (@hectorjuanatey). Lo curioso es que, en el fondo, me gustaría que desapareciera más de una de estas plataformas.