Los dos 'estados' del PP sobre Gaza: desde la defensa de Ayuso a Israel a la condena de Rueda al genocidio
Lo que está sucediendo en la Franja de Gaza se ha convertido en el epicentro de la actualidad política. Dentro de la formación conservadora, las posiciones distintas e indecisas marcan un rumbo perdido dentro del partido.

El genocidio en Gaza se ha convertido en el centro de la actualidad política nacional e internacional. Mientras que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha convertido en punta de lanza y referencia global de la defensa de Palestina, en el principal partido de la oposición las dudas siembran todo el campo argumentativo respecto al tema. Entre los principales líderes del Partido Popular, algunos rechazan el concepto de genocidio, otros tan sólo tienen críticas hacia Hamás olvidándose de la masacre y otros reconocen el desastre humanitario.
El epicentro de la defensa de Israel se encuentra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el PP de Madrid en general cuya posición ha estado marcada desde el principio del conflicto. En palabras de la líder autonómica, se refería a Pedro Sánchez como "aliado de las mafias que trafican con personas por la política de abandono sistemático de las fronteras, el abandono del Sáhara occidental y ahora también se alía con el terrorismo de Hamás en lugar de respaldar la lucha contra el terrorismo del Estado Democrático de Israel". Además, y en relación a las protestas que han tenido lugar en diferentes puntos de España, Ayuso las ha calificado como "boicot antisemita". Protagoniza así la posición más radical del Partido Popular y afecta a las demás posiciones de la formación.
Dentro de la capital, el alcalde de la ciudad de Madrid, José Luis Martínez Almeida mantiene una posición bastante similar a su dupla electoral. "Yo estoy dispuesto a condenar cualquier masacre de civiles que se produzca en una guerra. Lo que no voy a condenar es de la mano de Yolanda Díaz, Sira Rego y usted lo que está pasando en Gaza", dijo entonces Almeida refiriéndose a Eduardo Rubiño después de las movilizaciones contra la barbarie de la Franja de Gaza producidas por la participación del equipo israelí en La Vuelta ciclista. "Para mí no hay un genocidio. Cuando uno achaca un genocidio a un estado es porque quiere que desaparezca ese estado", sentenciaba el alcalde.
La defensa férrea de ambos líderes populares de la Comunidad de Madrid no es casualidad al mantener estrechos lazos con empresas israelíes. Esta inclinación se ha demostrado en la capital de forma recurrente en forma de reconocimientos públicos y actos políticos favorables a un grupo concreto de empresarios judíos: los impulsores de la Fundación Hispano Judía. La acción más reciente será el concepto museístico del Museo Hispano Judío de Madrid, que tendrá su apertura en marzo de 2027, y en el que participarán empresas internacionales como Acciona Cultura y otras israelís como Orpan Group. El edificio fue concedido por Metro de Madrid, propiedad de la Comunidad.
En el punto medio y como cabeza del partido se encuentra el líder de la oposición y presidente de la formación, Alberto Núñez Feijóo. A lo largo de los últimos meses, su posición con lo que está pasando en la Franja de Gaza ha ido variando en función de las circunstancias. Pese a que reconocido que lo está llevando a cabo el Gobierno de Netanyahu son "atrocidades" y que la situación es "inadmisible", el líder popular rechaza usar la palabra genocidio ya que esa calificación "corresponde a instancias internacionales como la Corte Penal Internacional". Con ello, también pone el foco en la crítica a Hamás que, asegura, "se trata de la causa principal del conflicto". Dejando así una posición gris entre los sectores más oscuros de la Comunidad de Madrid y los más críticos con las acciones del Estado de Israel.
Dentro de las posiciones más críticas con la situación en la Franja de Gaza se encuentra Borja Sémper, vicesecretario de Cultura del Partido Popular y portavoz nacional de la formación, que ha manifestado las declaraciones más críticas. Aunque reconozca el derecho de Israel a defenderse, matiza que eso no le otorga el derecho ni justifica "las atrocidades y violaciones de derechos humanos". En ese sentido, también se ha mostrado de acuerdo con que la Unión Europea reconsidere su relación con Israel ante las imágenes que se están presenciando.

En un sentido más crítico todavía se encuentra María Guardiola, presidenta de la Junta de Extremadura. "Por responsabilidad, alzo la voz ante la barbarie y el horror que se está viviendo en Gaza", aseguraba Guardiola que es de las pocas dentro del Partido Popular que se ha pronunciado con una condena contundente. Además, dentro de esas posiciones destaca sus palabras haciendo referencia a que "no se puede puede mantener indiferente ante tanto sufrimiento". Tras estas declaraciones que se han convertido en la punta de lanza del sector más crítico dentro de la formación conservadora, se unieron otros líderes autonómicos con un discurso similar.
"Hay que parar este disparate en Gaza. Las acciones de Israel no pueden ser infinitas", afirmaba el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, rechazando los actos que se están perpetrando en la Franja. Además, recientemente el líder autonómico también se ha desmarcado de la línea general del Partido Popular mostrándose a favor del reconocimiento del Estado Palestino. "Cada nación es soberana para tomar las decisiones que consideren oportunas. No soy nadie para juzgar, pero dada la situación de Gaza de matanza y sufrimiento, es normal que muchos países reconozcan el Estado Palestino. El pueblo palestino y Palestina merecen un estado. Creo en los dos estados", aseguró Moreno.
Sin embargo, desde el Gobierno nacional y en voz de la vicepresidenta María Jesús Montero, las palabras del dirigente andaluz son "malabares dialécticos" para no reconocer que en Gaza hay un genocidio. Ambos se encuentran ahora en una previa electoral que determinará quién será el próximo presidente del Gobierno autonómico.
El miércoles de este semana, el Parlamento gallego donde el Partido Popular ostenta la mayoría absoluta, se ha guardado un minuto de silencio por "la masacre que está sufriendo el pueblo palestino" y "las víctimas inocentes del genocidio en la Franja de Gaza y Cisjordania". La propuesta emergía del Partido Socialista Gallego, pero también ha tenido el respaldo de los populares que han terminado condenando el genocidio pese a que los socialistas no hayan visto "el convencimiento" de Alfonso Rueda, presidente de la comunidad autónoma.
Desde el Partido Popular aseguran que esas discrepancias y falta de unidad en el discurso son "perfectamente compatibles". Así se pronunciaba la portavoz en el Congreso del Grupo Popular, Esther Muñoz, que aseguraba la semana pasada que "no le compete ni a la ONU ni al presidente decidir lo que es o no es un genocidio". Además, afirmaba que "lo que está ocurriendo [en la franja de Gaza] es mucho más complejo". "Yo entiendo que el Gobierno quiere que sea genocidio sí o sí. Pero estamos hablando de cosas complejas. Hay delitos de lesa humanidad, etcétera… El Gobierno, para polarizar y dividir, hace preguntas simples, genocidio o no genocidio", concluía la portavoz.
La respuesta del Partido Popular al conflicto en Gaza muestra una marcada falta de unidad: mientras algunos de sus líderes respaldan sin fisuras a Israel, otros reclaman una condena más firme de la violencia contra la población civil. Esta disparidad refleja tanto las tensiones internas del partido como la dificultad de definir una posición clara en un debate de gran trascendencia política e internacional que está marcando la actualidad política y que se ha convertido en el eje clave de la política que determinará las relaciones internacionales de los próximos meses tanto con la Unión Europea como con Estados Unidos.
