Puigdemont se pronuncia un año después de su huida: "Si me quieren encerrado e inhabilitado, mi deber es hacer lo contrario"
El expresident de la Generalitat se ha pronunciado en redes sociales un año después de que se presentara en Barcelona y huyera de las autoridades.
El presidente de Junts y expresident de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, se ha pronunciado a través de redes sociales precisamente este viernes, donde se cumple un año de que se presentara en Barcelona y se desvaneciera después de dar un discurso. Además ha recalcado que se cumplirán ocho años desde que está "en el exilio, mal que les pese a algunos", y ha enfatizado en que "si ellos me quieren encerrado e inhabilitado, mi deber es intentar hacer exactamente lo contrario".
"Lo hice en el lugar ya la hora anunciados, con la intención de asistir a continuación al debate de investidura del President de la Generalitat que se iniciaba en el Parlament", decía Puigdemont en relación a lo sucedido hace precisamente un año en su aparición 'sorpresa' en la capital catalana. Bajo su juicio, aquella acción tenía una motivación democrática al haber sido diputado en el Parlament. "Tenía el derecho y el deber de estar en la sesión donde debía votar la presidencia de mi país", ha dicho.
"Había que poner en evidencia una grave anomalía democrática, una avería en el sistema español que impide que podamos hablar de democracia plena, y había que ponerle un foco muy grande vista la pasividad del presidente del Gobierno español a denunciar lo literalmente una actitud golpista del Supremo", ha proseguido el expresident que actualmente reside en Bélgica, bajo su juicio exiliado, que ha hecho referencia a que, precisamente en ese momento, se había aprobado el la ley de amnistía . "En esta ley no hay ningún asa que permita al Tribunal Supremo agarrarse a ella para vulnerar su letra y su espíritu", ha dicho.
"Hoy todavía estaría en prisión, y probablemente a punto de ser juzgado y condenado, porque en España hay cosas y personas que están por encima de la ley y de su propia Constitución", ha asegurado Puigdemont después de reconocer que era consciente del riesgo al que se prestaba apareciendo en Barcelona precisamente el día de la investidura del actual president de la Generalitat, Salvador Illa.
"Mantener la posición no siempre es cómoda ni agradable. Pero es una actitud fundamental que no deberíamos abandonar nunca, por más cabreados, decepcionados o desanimados que estemos", ha concluido.