"También me llaman a mí al móvil del ministerio": hasta el ministro Bustinduy aguanta 'spam'
El Congreso aprueba este jueves una reforma legal para bloquear las llamadas comerciales: tendrán que usar un prefijo para identificarse.

El Congreso vota este jueves la Ley de Atención a la Clientela que -si no hay sorpresas-, saldrá adelante con el voto favorable de los grupos que sostienen al Gobierno de PSOE y Sumar. La norma pretende poner coto a las llamadas spam, las que de manera recurrente llegan a los consumidores con algún fin comercial sin autorización previa. También contempla limitar a tres minutos los tiempos de espera de las consultas que hagan los clientes cuando llaman por teléfono.
El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, explicó anoche los detalles del articulado en una entrevista en Hora 25, en la Cadena SER, en la que desveló además que ni él mismo se salva de esta plaga. "¿Entiende nuestra frustración como consumidores?", le pregunta Aimar Bretos. Y Bustinduy responde: "La siento yo también, a mí también me llaman. Hasta en el teléfono del ministerio, que debía estar en un listado de varias empresas. Es una invasión de la privacidad, nuestro tiempo y bienestar". Un abuso que, una vez publicado en el BOE, entrará en vigor "en unas cuantas semanas".
El miembro de Sumar espera no tener problemas con Junts, que en principio ha dejado fuera de su lista de leyes a vetar la que nos ocupa. Se centra, por ello, en el contenido. "Lo que se va a incluir va a ser un prefijo específico para las llamadas comerciales, todas las llamadas que no lo lleven las operadoras las tendrán que bloquear. Cualquier contrato que derive de una llamada comercial no consentida será nulo de pleno derecho. Vamos a eliminar los incentivos y poner todos los elementos para que las operadoras puedan bloquearlas. Si aparece el prefijo será una llamada comercial. Si no son consentidas serán bloqueadas antes de que te lleguen", expone.
¿Cómo se sabrá si las llamadas son o no son consentidas? "Todas las compañías tienen un listado de los clientes que le han dado el consentimiento previo para recibir las llamadas. Ese consentimiento habrá que renovarlo cada dos años, porque a veces no te has enterado que lo has dado el consentimiento", ahonda.
No todo es spam. Con esta ley se logrará que, cuando llamemos a un servicio de atención, las empresas tengan tres minutos para atender, "para acabar con la música interminable". "Si no, incumplen la ley y es algo auditable", avisa el ministro. Habrá, igualmente, un régimen sancionador para quien no lo cumpla. "Tendrán que resolver cualquier reclamación en un máximo de 15 días. Se garantizará el derecho a que te atienda una persona debidamente formada, no un robot", explicó en la SER. Para que esto sea así, debe haber una precisión: se tiene que solicitar al principio de la llamada.
"También vamos a acabar con los gastos de gestión ocultos en entradas o billetes, el precio final debe de estar debidamente indicado en la primera pantalla. También se van a acabar las renovaciones automáticas de las suscripciones. Todos estamos suscritos a muchas cosas y se nos olvida hasta que nos pasan el cargo. Las empresas van a estar obligadas a avisar con 15 días de antelación", indica Bustinduy. "Lo que hace falta es darle más poder a los consumidores", defiende.
Sólo falta el trámite de hoy para que la pesadilla acabe. También la del ministro...
