Alexandre Mure, especialista en propiedades, revela la frase considerada alarma roja para propietarios: "Se perjudica a sí mismo si acepta"
"Esta petición es completamente ilegal".

Por lo general, muchos inquilinos suelen pedirle al propietario (o viceversa) que el último mes de alquiler no se abone a cambio de la devolución de la fianza. Sin embargo, según la experta Alexandre Mure, especialista en administración de propiedades con 10 años de experiencia, esto es una clara red flag.
"El propietario se perjudica a sí mismo si acepta. Esta petición del inquilino es completamente ilegal", asegura en una entrevista con Le Figaro, mientras explica que el alquiler y los gastos se tienen que pagar hasta el último día de contrato. Y es que, tal y como recoge la experta, la fianza se encuentra destinada a cubrir el alquiler pagado o los costes relacionados con daños en la vivienda, por lo que al aceptar usar el depósito de garantía como pago final de alquiler, el propietario pierde su derecho a pedir el coste de los daños.
En el supuesto de que el inquilino se niegue a pagar, "el propietario envía una notificación formal. Si esto no da resultado, debe contratar a un agente judicial para que emita una orden de pago, lo que le cuesta alrededor de 200 euros. Existe un plazo legal de seis semanas, pero para entonces, el inquilino ya habrá abandonado la vivienda".
Si no hay más remedio que aceptar las pretensiones del inquilino, cabe tener en cuenta que "si se necesitan reparaciones, la fianza no las cubrirá y correrán a cargo del propietario, a menos que tenga un seguro de garantía de alquiler", explica la misma, que aunque aconseja tomar medidas legales en la mayoría de casos, recomienda no hacerlo si la factura es inferior a 1.000 euros.
Uno de los motivos por los que los inquilinos suelen pedir esto suele ser la desconfianza y el miedo a que las exigencias del propietario sean abusivas. "Los inquilinos temen abusos por parte de algunos propietarios que retienen el depósito de seguridad, a veces parcialmente y basándose en criterios subjetivos, simplemente para renovar su apartamento", subraya la experta.
Dicha desconfianza también puede suceder por una falta de comunicación entre ambos. "Si, durante el contrato de arrendamiento, el propietario guardó silencio sobre un problema de humedad o tardó dos meses en reparar el radiador o el intercomunicador, estos son detalles que, al acumularse, deterioran la relación entre el inquilino y el propietario", agrega.
Según la experta, la confianza se construye desde la primera inspección de la vivienda. "Si la inspección se realiza correctamente y se retiene injustamente la fianza, el inquilino sabe que tendrá pruebas sólidas para emprender acciones legales y no tendrá que tomar cartas en el asunto", sentenció finalmente.
