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Aparece una gigantesca pila de 500 toneladas de patatas y cientos de personas acuden con sus maleteros preparados

Aparece una gigantesca pila de 500 toneladas de patatas y cientos de personas acuden con sus maleteros preparados

Han sido ofrecidas de forma gratuita por un agricultor local, ante la imposibilidad de vender su excedente.

Patatas en una cajaGetty Images/iStockphoto

En un campo situado a las afueras de Gigny-Bussy, en la región francesa del Marne, se ha producido una escena insólita: más de 500 toneladas de patatas han sido ofrecidas de forma gratuita por un agricultor local, ante la imposibilidad de vender su excedente. La noticia se ha extendido rápidamente, y desde mediados de julio, decenas de vehículos recorren el camino rural que lleva hasta el enorme montón de tubérculos para llenar sus maleteros sin coste alguno.

El responsable de esta inesperada "mina de oro" es un agricultor del departamento de Aube que, al no encontrar salida comercial para su cosecha del año anterior, decidió almacenarla junto a uno de sus campos y permitir que cualquiera pudiera llevarse lo que necesitara. Según Pascale Chevallot, alcaldesa de Gigny-Bussy, la idea es ofrecer una última oportunidad de aprovechamiento antes de que las patatas sean esparcidas como abono, tal y como recoge el medio francés lunion que ha podido hablar con ella y a algunos de los curiosos. 

Los visitantes llegan de todas partes, algunos por casualidad y otros bien informados. Christophe, de 68 años, y su familia decidieron detenerse al ver el movimiento de vehículos. "Las patatas están caras, así que si se pueden conseguir gratis, no hay que pensarlo dos veces", comenta a la misma publicación mientras escoge las mejores piezas con ayuda de su esposa, hija y nietos.

El flujo de coches no cesa, y los huecos que dejan unos son ocupados rápidamente por otros. Dylan, un joven de Saint-Dizier, recuerda cómo hace dos años recogió 600 kg que logró conservar durante meses. Esta vez ha regresado con la intención de repetir la hazaña: "Mientras no roce la rueda, seguimos cargando", bromea.

La iniciativa ha tenido buena acogida entre quienes buscan ahorrar o evitar el desperdicio, aunque algunos también ven una oportunidad de negocio. "Nos dijeron que algunos vienen cada día para revender lo que recogen, a 15 euros los 20 kilos", señala Marion, vecina de Landricourt, que en su caso ha venido solo para abastecerse.

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