Compra una moto nueva de 8.500 euros, le da un trasto al vendedor y le exige pagar a medias las reparaciones
Las partes implicadas llevaron el caso a la junta de Disputas del Consumidor.
¿Quien debe hacerse cargo de los gastos de reparación de una motocicleta usada que se entrega para pagar otra nueva? Esta es la cuestión que ha surgido en Finlandia tras un reciente enfrentamiento entre un consumidor que entregó una Yamaha R6 como parte del trato al comprar una KTM RC 390 en unas condiciones que no eran las acordadas.
En septiembre de 2023, un hombre adquirió una moto KTM RC 390 por 8.602,23 euros, entregando a cambio su Yamaha R6, modelo 2006, que tenía problemas para arrancar desde que su hermana lo devolvió a un taller en verano de 2002, informa Iltalehti.
Aunque el consumidor no sabía exactamente cuál era el problema, estimó que la motocicleta había recorrido 65.000 kilómetros. Sin embargo, al recibir el vehículo, el vendedor descubrió que su kilometraje real era de 73.864 kilómetros y que presentaba daños en el motor.
Polémica por los gastos de reparación
Tras cargar la batería, se constató que el motor giraba de forma extraña y que la sincronización del árbos de levas era errónea, lo que había provocado un golpe entre el pistón y las válvulas, dañándolas seriamente.
El vendedor argumentó que el comprador le había proporcionado información incorrecta sobre el estado del vehículo y, por tanto, debía asumir el 50% de los gastos, lo que ascendía a 833 euros. Esta demanda fue rechazada por el comprador, quien consideraba que el vendedor debía hacerse cargo todos los costes.
El caso llegó a la junta de Disputas del Consumidor, que, tras evaluar las evidencias aportadas por ambas partes, como los correos electrónicos que se enviaron, concluyó que el vendedor no podía alegar que los defectos habrían sido descubiertos durante una inspección superficial, dado que la moto no estaba completamente funcional al momento de la venta.
Asimismo, determinó que el consumidor había proporcionado información incorrecta sobre el kilometraje de la motocicleta, lo que afectó la calidad del vehículo en el momento de la venta. La Ley de Venta de Mercancías de Finlandia establece que "las mercancías deben corresponder a lo que se había acordado en cuanto a su tipo, cantidad, calidad y otras características", lo que en este caso no se cumplió.
De esta forma, la Junta de Litigios del Consumidor sugirió que el vendedor no debía cobrar más de 500 euros al consumidor por los gastos de reparación, lo que suponía 333 euros respecto a la demanda inicial. No obstante, las decisiones de la Junta no son vinculantes y no pueden ser ejecutadas de manera coercitiva, aunque suelen ser respetadas en la mayoría de los casos.