Descubren en una cinta de 52 años de antigüedad el eslabón perdido en la evolución del software
Podría devolver a los investigadores a los orígenes de uno de los sistemas operativos más influyentes de la historia.
Un inesperado descubrimiento en la Universidad de Utah podría devolver a los investigadores a los orígenes de uno de los sistemas operativos más influyentes de la historia. Durante la limpieza de un almacén, el personal halló una cinta magnética con la inscripción manuscrita: 'UNIX original de Bell Labs V4'. Se trataría, nada menos, que de una copia original de la Fourth Edition de Unix, creada en los Laboratorios Bell alrededor de 1973.
El hallazgo fue anunciado por el profesor Robert Ricci, de la Kahlert School of Computing, a través de una publicación en Mastodon. En la etiqueta reconoció la caligrafía de su antiguo director de tesis, Jay Lepreau, fallecido en 2008, lo que añade un componente personal y emotivo a la noticia.
Si la cinta contiene realmente lo que promete, su valor histórico es incalculable. Hasta ahora solo se conservaban fragmentos aislados de Unix V4: algunas páginas del manual y el Programmer’s Manual de noviembre de 1973. Fue precisamente en esta cuarta edición cuando el núcleo del sistema y sus utilidades básicas fueron reescritos en el lenguaje C, un punto de inflexión que marcaría el rumbo de la informática moderna.
Unix no solo dio origen a una familia de sistemas operativos que aún hoy sustentan gran parte de Internet, sino que también inspiró la filosofía de modularidad y simplicidad que caracteriza al software contemporáneo. Recuperar una versión completa de V4 permitiría comprender mejor cómo se gestó esa transición.
De Utah a California para una restauración milimétrica
Ricci confirmó que la cinta será entregada al Computer History Museum (CHM) en Mountain View, California. El traslado, de unas 771 millas, más de 1.200 kilómetros, se hará en coche y de manera personal, para evitar daños en un soporte tan delicado.
La procedencia del carrete también tiene su propia historia. Investigadores rastrearon que probablemente llegó a Utah en los años setenta para Martin Newell, célebre por haber creado la mítica 'tetera de Utah', convertida en icono del modelado 3D. Así, el mismo laboratorio que dio origen a uno de los objetos más famosos del mundo digital podría ahora devolvernos una pieza perdida del software que cimentó la era de Internet.
La tarea de recuperación recaerá en Al Kossow, archivista del proyecto Bitsavers y empleado del museo. En la lista de correo de TUHS explicó que planea leer la información con un convertidor analógico-digital multicanal, volcando unos 100 gigabytes de datos en memoria y procesándolos después con el programa readtape, escrito por el ingeniero Len Shustek.
La cinta, fabricada por 3M, mide 1.200 pies y probablemente contiene nueve pistas. Según Kossow, este tipo de soportes de los años 70 suelen poder digitalizarse con éxito, aunque no se descarta recurrir a técnicas de 'horneado' para estabilizar el óxido magnético. "Usaremos un convertidor analógico-digital de alta velocidad. Después, el programa readtape analizará las señales magnéticas para reconstruir los bits", detalló.
Bell Labs, cuna de la innovación
La cinta lleva la firma de Bell Labs, laboratorio de la antigua compañía Bell, responsable de avances fundamentales en informática: desde el primer ordenador con interfaz gráfica y ratón hasta el propio Unix. Hoy forma parte de Nokia, pero su legado sigue siendo referencia obligada en la historia tecnológica.
El hallazgo de Utah recuerda que la historia de la informática aún guarda secretos en viejos almacenes y soportes olvidados. Si los datos resultan legibles, la comunidad académica y tecnológica tendrá acceso a un testimonio único de cómo se forjó uno de los pilares del mundo digital.