El estadounidense que se gastó 310.000 euros en comprar un pueblo de España sin saber español
“Aunque suene a loco supe que ese era mi futuro”, explica a EFE.

Durante años Salto de Castro, un poblado del municipio de Fonfría en la provincia de Zamora, destacó por su increíble entorno natural. Al estar ubicado en la reserva de la biosfera Meseta Ibérica, esta localidad está rodeada de cascadas, bosques e impresionantes paisajes donde escapar del bullicio urbano. No obstante, también es famosa por haberse convertido en uno de los grandes símbolos de la España vaciada.
Ahora, Salto de Castro ha vuelto al foco de atención mediática porque ha sido comprado por el estadounidense Jason Lee Beckwith por 310.000 euros. El comprador, que apenas sabe hablar español y hasta hace unos meses nunca había estado en Europa, vio este poblado deshabitado a la venta por internet y se aventuró a hacerse con él. “Aunque suene a loco supe que ese era mi futuro”, asegura en unas declaraciones recogidas por EFE.
Con 44 viviendas, una antigua hospedería, un bar, una piscina, una iglesia, un ex-cuartel e instalaciones deportivas, la antigua Iberdrola construyó este poblado para los trabajadores de la central hidroeléctrica. Sin embargo, este quedó abandonado tras la automatización de la presa en 1989, que dejó sin sentido la presencia de sus antiguos habitantes. Por lo que Iberdrola lo vendió a un grupo de inversores que, posteriormente, también lo puso a la venta.
Un gran salto
Ahora, más de 30 años después de su abandono, el estadounidense y su esposa serán los primeros en empadronarse en Salto de Castro. Después de una exitosa carrera en el negocio de alojamiento y desayuno en Estados Unidos, Beckwith decidió vender su negocio y tomarse un año sabático. Tras considerar nuevas oportunidades en el sector hotelero en Europa, la venta de un pueblo entero capturó por completo su atención.
“Fue como si se encendiera un interruptor en mi cabeza”, asegura. Debido a la magnitud del proyecto y en un intento de hacerle desistir, su esposa lo animó a visitar el lugar en persona para corroborar la viabilidad de la inversión. Sin embargo, recorrer sus calles y observar las ruinas desmoronadas fue lo que le convenció para dar el paso final.
Varios millones de inversión
Tras formalizar la compra a finales del año pasado por 310.000 euros, una cifra sorprendentemente baja comparada con el precio de muchas viviendas en las grandes ciudades españolas, Beckwith quiere devolver la vida al pueblo. Para ello planea abrir un hotel, un albergue, apartamentos de temporada, espacio para nómadas digitales y casas de alquiler de larga estancia. “Algo para los bolsillos de todos”, explica.
Esto no será algo barato. La rehabilitación del pueblo requiere una inversión considerable, estimada entre 5 y 6 millones de euros. Se dará prioridad a la rehabilitación de la iglesia, para acoger todo tipo de ceremonias, la piscina y uno de los edificios. Todo ello manteniendo la esencia original de la arquitectura local y respetando el maravilloso entorno natural que ofrece la reserva de la biosfera Meseta Ibérica.
