El gran mito de que el espermatozoide más rápido tiene premio
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El gran mito de que el espermatozoide más rápido tiene premio

Tradicionalmente se daba por hecho que el primer espermatozoide que alcanzaba el óvulo era el que fecundaba. La ciencia demuestra que no es así

El mito del espermatozoide más rápidoUnsplash

La fecundación es la unión del óvulo y el espermatozoide para que se pueda producir un embarazo. Tradicionalmente, se ha dicho que el espermatozoide más rápido era el que conseguía llegar al óvulo y producir la fecundación. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que esto no es así y que se trata de un mito de la biología.

Lo cierto es que el óvulo es mucho más activo y determinante en todo el proceso de fecundación de lo que se creía antiguamente. Según un reportaje publicado por National Geographic, el óvulo está rodeado de una capa exterior translúcida conocida como membrana pelúcida. Dicha 'barrera defensora' evita que, una vez un espermatozoide la atraviesa, otros entren a posteriori. 

¿Qué ocurre exactamente antes de una fecundación? Cuando los espermatozoides alcanzan el óvulo deben ir rompiendo y debilitando esa membrana, con el objetivo de entrar y fecundarlo. Sin embargo, los primeros en llegar no lo consiguen ante la resistencia que presenta esa membrana. Como si se tratara de un ejército, los espermatozoides más rápidos y situados 'en el frente' quedan debilitados y son los siguientes los que se encuentran con una membrana más accesible. Es decir, los primeros espermatozoides "se sacrifican" para poder ir debilitando la membrana.

Algunos estudios, además, señalan que el óvulo tendría un papel 'seleccionador' del esperma que consigue la fecundación. Es decir, el óvulo escoge o rechaza los espermatozoides que pueden entrar una vez la membrana se ha debilitado. ¿Qué factor sería clave? La calidad del ADN que porten los espermatozoides. De esta manera, se rompe con la imagen de elemento pasivo que hasta ahora se tenía de la figura del óvulo.

Una vez se ha producido la fecundación, la membrana pelúcida se mantiene como un elemento protector mientras el cigoto se va dividiendo. Tras este proceso, la membrana se degenera, desaparece y comienza el proceso de implantación.

No siempre resulta fácil que la fecundación se produzca de forma natural. En ocasiones, lograr un embarazo puede retrasarse o complicarse a causa de muchos factores. A la fecundación natural desarrollada en este artículo, debemos añadir la labor de la reproducción asistida a través de técnicas y tratamientos médicos destinados a lograr un embarazo cuando existen problemas de fertilidad.