Hasta a Suecia llega el caso de un propietario de Málaga obligado a desmontar su balcón acristalado
A pesar de que se usó vidrio sin marco, el argumento principal de la sentencia es que altera el estado original y la estética del inmueble.
De la polémica sobre la obligación a los propietarios de una vivienda en Málaga de quitar el acristalamiento de su terraza en Málaga por parte de los tribunales se han hecho eco hasta en Suecia, tal y como publica Svenska Magasinet. La Audiencia Provincial de Málaga ha ordenado a un propietario desmontar su balcón acristalado porque, según el tribunal, carecía de licencia de obra de la comunidad.
La sentencia se produce después de que los propietarios de otras viviendas recurrieran una decisión anterior ante el juzgado de Marbella. Y su argumento principal es que el acristalamiento altera el aspecto original del inmueble, según señala el tribunal provincial.
El propietario de la vivienda decidió instalar una terraza acristalada. Se amplió el tejado original y se instalaron perfiles de aluminio blanco. Parece ser que el propietario de la casa hizo esto sin consultar ni solicitar permiso de construcción a la asociación de propietarios, tras lo cual los demás propietarios lo demandaron con el argumento de que la renovación cambiaba la distribución original del edificio.
Inicialmente, el juzgado de Marbella falló a favor del propietario, alegando que, en realidad, el impacto en la estética y distribución del edificio era “mínimo”. Es más, según esa primera sentencia publicada inicialmente por el Diario Sur, se utilizó vidrio sin marco, lo que permitió que todas las piezas se abatieran, creando un espacio abierto. Lo único visible eran los perfiles de aluminio que sostenían los paneles de vidrio.
El hecho de hacer de esa manera el acristalamiento implicó que el impacto visual fue extremadamente pequeño, mientras que al mismo tiempo se protegió parte de la casa de las inclemencias del tiempo sin aumentar el espacio habitable. Los demás propietarios de otras viviendas del inmueble recurrieron la decisión inicial y llevaron el caso ante la Audiencia Provincial de Málaga.
“Es un hecho indiscutible que la terraza forma parte de la fachada, y este tipo de acristalamiento, incluso estando realizado con materiales transparentes, supone un cambio en la forma original del edificio, tal y como si fuese de mampostería”, afirma el recurso de los vecinos. La diferencia de criterio estaba servida.
Al final, a diferencia del tribunal de Marbella, la Audiencia Provincial hace una valoración distinta: “Se trata de un verdadero cambio en la fachada, en la configuración exterior y en la estética del edificio, ya que supone un cerramiento de la terraza”, señala.
Además, el propietario también está obligado a restaurar la terraza a su estado original porque la renovación implicó una modificación en la fachada del edificio que no fue aprobada por la asociación de propietarios.