La RAE aclara las diferencias entre sufijos y prefijos
Los sufijos, al añadirse al final de la palabra, suelen cambiar la categoría gramatical de la base léxica.

Los sufijos y prefijos, aunque similares en su función de modificar palabras, presentan diferencias significativas en su posición y en el tipo de modificación que realizan. Según la RAE, los sufijos son elementos que se añaden al final de una base léxica, mientras que los prefijos se colocan al principio. Esta diferencia en la posición es fundamental para entender cómo cada uno de estos afijos afecta el significado de la palabra base.
Los sufijos, al añadirse al final de la palabra, suelen cambiar la categoría gramatical de la base léxica. Por ejemplo, el sufijo "-ción" se utiliza para formar sustantivos a partir de verbos, como en "argumentación" (de argumentar) o "invitación" (de invitar)1. Otros sufijos, como "-ero" o "-ería", también transforman la base léxica en sustantivos, pero con diferentes matices de significado, como en "jardinero" (de jardín) o "floristería" (de flor). Además, los sufijos pueden indicar grados de intensidad o cualidad, como en "tontísimo" (de tonto) o "noviazgo" (de novio).
Por otro lado, los prefijos se añaden al principio de la base léxica y generalmente modifican el significado de la palabra sin cambiar su categoría gramatical. Prefijos como "anti-" y "contra-" indican oposición o negación, como en "antinatural" (contra lo natural) y "contraindicación" (oposición a una indicación)1. Otros prefijos, como "des-" y "re-", indican reversión o repetición, como en "desatar" (liberar) y "reabrir" (abrir nuevamente). Algunos prefijos también pueden intensificar el significado de la base léxica, como "super-" en "superaburrido" (muy aburrido).
La productividad de los sufijos y prefijos es otro aspecto importante señalado por la RAE. La productividad se refiere a la capacidad de estos afijos para generar nuevas palabras. Algunos sufijos y prefijos son altamente productivos, lo que significa que se utilizan frecuentemente para formar nuevas palabras. Por ejemplo, el sufijo "-ción" y el prefijo "in-" son muy productivos en español actual, formando palabras como "fundición" (de fundir) y "incapaz" (no capaz). En contraste, otros afijos tienen una productividad baja o nula, como el sufijo "-inche" y el prefijo "sota-", que se utilizan raramente en la formación de nuevas palabras.
La escritura de palabras con sufijos y prefijos también presenta particularidades. Según la RAE, los derivados resultantes de la unión de una base y un sufijo se escriben siempre en una sola palabra, como en "abordaje" (de abordar) o "alimenticio" (de alimento). En cambio, los prefijos pueden requerir un guion cuando se añaden a nombres propios, como en "Superlópez" (nombre propio) o "Prepirineo" (nombre geográfico). Esta regla asegura que la integridad del nombre propio se mantenga, trasladando la mayúscula inicial al nombre resultante.