Sanidad deriva los abortos en Melilla porque el 100% de los médicos de la pública son objetores de conciencia
Según los datos oficiales del Ministerio de Sanidad de 2023, las 128 mujeres que abortaron en Melilla tuvieron que hacerlo en centros privados.

Las mujeres en Melilla no pueden abortar en centros públicos porque el 100% de los médicos de la pública de la ciudad autónoma son objetores de conciencia, lo que obliga a que las mujeres sean tratadas en centros privados, tal y como ha admitido este miércoles el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa).
De hecho, en 2023, según los datos del Ministerio de Sanidad, el total de mujeres que llevaron una interrupción voluntaria del embarazo, unas 128, tuvieron que ser intervenidas en centros privados, tres en un hospital y 125 en centros extrahospitalarios.
Según ha explicado el organismo dependiente del Ministerio de Sanidad, para intentar solucionar la situación, se están analizando casos como el de Cataluña o Cantabria para ver cómo prestar esta atención en sus áreas sanitarias "dentro de lo posible".
A pesar de que las mujeres están siendo intervenidas en centros privados, desde Ingesa aseguran que se está cumpliendo la ley y el derecho a la interrupción voluntaria, de forma que las mujeres que necesitan ese servicio lo hacen gratis y mediante la sanidad pública.
Cabe destacar que esta situación no solo se limita a Melilla, pues tal y como recoge EFE, en Ceuta, también gestionado por Ingesa, ocurre algo similar, pues hubo 15 abortos en 2023 y todos ellos se practicaron en centros privados.
Tanto Melilla como Ceuta cuentan con la menor tasa de abortos voluntarios, tan solo 4,08 por cada mil mujeres de entre 15 y 44 años, lo que se traduce en un tercio de la media nacional.
Según un estudio compartido por la Escuela Andaluza de Salud Pública, dependiente de la Consejería de Salud y Consumo, el cual describe el "recorrido que realizan las mujeres para abortar en Melilla", "se han identificado varias barreras de acceso al aborto" entre las que destacan la objeción de conciencia, la situación irregular de muchas mujeres marroquíes o "la localización geográfica de Melilla".
