Un defraudador de 27 años se enriquece vendiendo relojes inexistentes y le acaban pillando por querer tener mejor aspecto
Con el dinero robado, el culpable se sometió a tratamientos de belleza y se aprovechó de servicios de salud privada.

Una estafa bien escondida. Un hombre italiano ha pasado meses vendiendo relojes y cronógrafos de lujo que no existían. Los investigadores de la Guardia di Finanza del Comando Provincial de Como, al norte de ese país, ha informado a los medios de comunicación del suceso, que fue, finalmente, desvelado por unas esteticistas.
Según publica el medio italiano Il Giorno, este joven de 27 años, y a través de una popular tienda online, simulaba la venta de relojes vintage y cronógrafos de "prestigiosas marcas". Entre sus víctimas, sobre todo, extranjeros. De este modo, cobraba con tarjetas Postepay a nombre de testaferros, y, una vez culminaba la transferencia, desaparecían sin que la entrega llegara al comprador.
El error: antes de hacer invisibles las transferencias, desvió las ganancias de las estafas a cuentas de Paypal para recargar cuentas relacionadas con sitios de apuestas en línea. De acuerdo a la información difundida, los cruces de transacciones bancarias han permitido a los investigadores bancarios reconstruir los flujos financieros y ubicar el lugar de estada en la ciudad de Cantú. En esta ciudad del norte italiano, el presunto estafador, además de realizar cuantiosas retiradas de efectivo en cajeros automáticos, se sometió a tratamientos de belleza o se benefició de servicios de salud privada.
Tal y como reza la publicación, han sido precisamente estos gastos los que han permitido a los investigadores de la policía, coordinados junto a la fiscalía italiana, rastrear y encontrar al supuesto culpable. Asimismo, el presunto culpable ya era conocido por incumplir la ley y estaba sujeto a algunas medidas de precaución por eventos similares.
En declaraciones recogidas por el medio, la capitana Lucia Nardelli, comandante de la policía, asegura que "los delitos contra la propiedad por fraude son un grave flagelo social, ya que permiten a personas malintencionadas, simplemente a través de publicaciones en sitios web especializados, llegar a una amplia audiencia de personas desafortunadas atraídas precios ventajosos".
