Un hombre sin hogar vive delante de un IKEA al perder su autocaravana y la tienda tiene el gran gesto para que pueda recuperarse
Un simple gesto que puede cambiar su vida para siempre.
La historia de Jean-Pierre ha conmocionado a toda Francia y parte del mundo. Este hombre es una persona sin techo que llevaba más de un año instalado frente a una tienda IKEA en Vénissieux (Ródano), podría estar dando un giro a su historia. Después de que su caso fuera recogido por el diario Le Progres, la cadena sueca ha decidido intervenir: le ha ofrecido un empleo a sus instalaciones.
Así, la vida de Jean-Pierre, conmovió a muchos. Tras dejar su empleo, vivía en una autocaravana junto a su perro, Oli. Ese vehículo era su hogar, su único refugio y su plan de cara a la jubilación.
Sin embargo, en el verano de 2024, la caravana sufrió una avería y quedó aparcada durante semanas frente a un concesionario, a la espera de una reparación. Sin embargo, las autoridades consideraron que suponía un riesgo y ordenaron que una grúa la retirara de la vía.
Debido a su situación de precariedad y al no poder afrontar la multa para recuperarla, el vehículo fue clasificado como abandonado y, en septiembre, pasó a subasta pública. El Estado la vendió por 32.000 euros. "Era mi casa. Me la quitaron. Me la robaron", lamenta Jean-Pierre, visiblemente afectado.
Sin embargo, la reciente atención mediática sobre su situación parece haberle abierto una puerta par la salvación. Según ha confirmado IKEA, están trabajando en ofrecerles un puesto en su almacén. Una noticia alentadora para este sexagenario, que solo necesita seis trimestres más para poder acceder a su pensión.
La única condición que impone Jean-Pierre es poder mantener a Oli, su inseparable compañero. "Solo quiero un apartamento donde podamos vivir los dos. Nada más", expresó al canal France 3 Auvergne Rhône-Alpes.
La empresa asegura que no está sola en este proceso. "El equipo de la tienda lo está apoyando para encontrar una solución de alojamiento que se ajuste a sus necesidad. Ya se han iniciado contactos con el ayuntamiento y asociaciones locales", señalaron desde IKEA a Le Progrès.